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"Hubo once ataques. Murió un lugareño", escribió el gobernador local, Román Starovoit, en Telegram.
Precisó que los bombardeos, que dañaron cinco viviendas, una tienda y un automóvil, se registraron en la aldea de Koroviakova, con medio millar de habitantes.
"También se rompió una tubería de gas y se afectó el suministro eléctrico", agregó.
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La región de Kursk, junto con las de Bélgorod y Brinsk, es blanco habitual de ataques con drones y artillería desde el territorio ucraniano.