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Así lo anunciaron en rueda de prensa el ministro de Salud guatemalteco, Óscar Cordón, y el director de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops, por sus siglas en inglés), Andrea Calvaruso.
El convenio logrará "mejorar la atención a los servicios de salud" de la población guatemalteca "con mayor abastecimiento y equipo médico, gracias al ahorro que el mecanismo permite", dijo Cordón.
Calvaruso estuvo acompañado por José Miguel Barreto, coordinador residente de la ONU en Guatemala, en una conferencia celebrada en el Palacio Nacional de la Cultura, sede del Gobierno que preside Bernardo Arévalo de León.
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El acuerdo tendrá una duración de 4 años y un techo de 900 millones de dólares en la compra de medicamentos y equipo médico en el extranjero, según precisaron las autoridades.
El mecanismo de adquisición de las medicinas es mediante licitaciones internacionales por parte de la Unops, para proveer posteriormente al país centroamericano en transacciones sin intermediarios ni comisiones.
En la conferencia también estuvo Santiago Palomo Vila, comisionado del Gobierno contra la corrupción, quien recordó que "durante décadas" el sistema de salud guatemalteco ha sido "manipulado por redes de corrupción que antepusieron el saqueo de recursos" por "encima de la vida" de la población.
Según medios locales de investigación periodística, además de algunos procesos judiciales, la compra de medicamentos por parte del Estado es un gran foco de corrupción, con decenas de sobrevaloraciones anualmente, entre otras irregularidades.
El ministro de Salud guatemalteco recordó que, tras tomar posesión el pasado 15 de enero con la presidencia de Arévalo, se inició "el período de Gobierno con los hospitales desabastecidos" por las deudas de la Administración de Alejandro Giammattei (2020-2024), estimadas en 740 millones de dólares.