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De hecho, la afluencia a esta hora a las urnas en la presidenciales es incluso inferior a la de la primera vuelta, celebrada hace dos semanas.
Para que la elección presidencial sea válida, debe participar al menos el 40 % del censo electoral.
En las parlamentarias de hace cuatro años, celebradas en domingo, había votado a esta hora el 11 %, y la participación final rozó el 46 %.
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Los colegios electorales estarán abiertos aún hasta las 19.00 horas (17.00 GMT).
Unos 1,8 millones de ciudadanos con derecho a voto están llamados a las urnas para elegir al nuevo Parlamento y al presidente del país.
El presidente será elegido para un mandato de cinco años entre la nacionalista Gordana Siljanovska-Davkova, candidata del opositor derechista VMRO-DPMNE, ganadora de la primera vuelta, y el actual presidente, el socialdemócrata Stevo Pendarovski, del gobernante SDSM.
También en las parlamentarias es favorito el VMRO-DPMNE, con, según los sondeos, el 22 % de los apoyos, frente al SDSM, gobernante desde 2017, con el 11 %.
Esas previsiones sitúan como segunda y tercera fuerza a dos formaciones de la comunidad albanesa: DUI, socio del SDSM en el Ejecutivo, con el 6,2 %; y la nacionalista opositora coalición VREDI, con el 4,6 %.
La comunidad albanesa supone el 24 % de la población del país.
Dos partidos de la izquierda, LEVICA y ZNAM, obtendrían el 5 % de los votos cada uno.
Macedonia del Norte, miembro de la OTAN desde 2020, es candidato al ingreso a la Unión Europea (UE), pero el inicio de las negociaciones para su adhesión está bloqueado por Bulgaria.
Este país exige que haya una mención de la minoría búlgara en la Constitución a cambio de su luz verde para el avance macedonio hacia el club comunitario.
El Gobierno del SDSM aceptó la condición búlgara para un rápido acercamiento a la UE, pero el VMRO-DPMNE exige garantías de que Bulgaria no imponga nuevos obstáculos a Skopje.
Unos 1.100 observadores locales y 770 internacionales supervisan la votación.