El deterioro de las carreteras y de la infraestructura ferroviaria, a la que el Gobierno alemán aspira a trasladar hasta 2030 un cuarto del transporte de mercancías, está afectando al crecimiento económico, advirtieron los sabios en su pronóstico de primavera.
"La infraestructura de transporte, tanto por carretera como por ferrocarril, está en un estado desolado", lamentó Monika Schnitzer, la presidenta de los "cinco sabios", que señaló que ello conduce a "cuellos de botella" en las capacidades, como atascos y retrasos.
En el ámbito del ferrocarril, solo el 6 % de las mercancías transportadas por carretera tienen ahora mismo el potencial de ser trasladadas en tren en teoría, pero en la práctica las capacidades de la red dificultan incluso esto.
En este sentido, los sabios recomendaron separar la propiedad de la empresa responsable de la infraestructura del resto de la Deutsche Bahn (DB), la empresa de ferrocarriles alemanes, para mejorar la calidad a través de un incremento de la competencia, aunque dicha empresa debería ocuparse tanto del mantenimiento como de las inversiones de reemplazo.
Estas últimas son ahora mismo financiadas por el Gobierno federal, lo que ha conducido a "retrasos o incluso al abandono de un mantenimiento eficiente", afirmaron los sabios en una rueda de prensa.
Por ello, afirmó Schnitzer, la "palanca más fuerte" para la reducción de emisiones en el transporte por carretera, que representa el 98 % de las emisiones totales del transporte por mercancías en Alemania, es potenciar el uso de camiones con baterías eléctricas o impulsados con hidrógeno verde.
Por ello, el Gobierno debería centrarse en potenciar las baterías eléctricas, ya que sólo esta tecnología está suficientemente desarrollada en el mercado como para avanzar hacia los objetivos de descarbonización de 2030, aseguró.
Con los camiones de baterías eléctricas es posible reducir emisiones ahora mismo, mientras que invertir en una red de "gasolineras" de hidrógeno sería arriesgado.
En lugar de ello, el gobierno debería dar prioridad a la expansión de la infraestructura de carga para camiones eléctricos, un sector en el que los avances en la tecnología de las baterías ha extendido de forma significativa las potenciales aplicaciones.
Otra de las sabias, Veronika Grimm, había votado por recomendar también en el informe la potenciación de las infraestructuras de hidrógeno, según se había filtrado a medios alemanes, lo que había causado alegaciones de conflicto de intereses, pues Grimm es parte del consejo de supervisión de la división energética de Siemens, que está expandiendo sus negocios hacia la fabricación de este forma de energía.
Grimm explicó que desde su punto de vista es preciso apostar en paralelo por ambas tecnologías, ya que la necesaria ampliación de las capacidades de la red eléctrica es un factor que limita el potencial de la movilidad eléctrica.
No obstante, la recomendación final de los sabios pasa por pedir al Ejecutivo que agilice los procesos para permitir la construcción de estaciones de carga rápida junto a las autovías para atraer inversiones privadas, mientras que otras medidas podrían financiarse con subvenciones así como con un impuesto de utilización a pagar por los transportistas.
Destacaron finalmente la importancia de un transporte de mercancías barato y fiable para Alemania debido a su posición geográfica y a su gran sector industrial.
"La infraestructura de transporte está en malas condiciones. Sin unas inversiones de gran volumen seguirá deteriorándose, mientras que el transporte de mercancías seguirá incrementándose y desgastando la infraestructura", dijo Schnitzer.