El Índice de Actividad Económica (IBC-Br), considerado como una medición previa del Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil, también retrocedió un 2,18 % en marzo en comparación con el mismo mes del año pasado, según el organismo emisor.
No obstante, la actividad económica acumuló un crecimiento del 1,08 % en los tres primeros meses del año y del 1,68 % en los últimos doce meses en la comparación interanual.
El índice divulgado por el Banco Central intenta prever el crecimiento económico del país a partir de los resultados mensuales de actividades de oferta como la industria, el comercio, la agropecuaria y los servicios, pero no tiene en cuenta la demanda de los consumidores ni del Gobierno.
El resultado de marzo va en línea con las proyecciones de los economistas del mercado para el crecimiento económico de Brasil, que calculan que sufrirá una ralentización y se situará en torno a un 1,90 %.
Igualmente es compatible con las previsiones de crecimiento en 2024 del Banco Central (1,90 %), del Gobierno (2,20 %) y del Fondo Monetario Internacional (2,40 %).
De cumplirse cualquiera de estas previsiones, el crecimiento de la economía brasileña sufrirá una nueva desaceleración este año tras haber alcanzado una expansión del 2,9 % en 2023.