"Al reunirnos hoy por el bien de Palestina, afirmamos que el interés de su pueblo se basa en la unidad de sus filas (...) La Organización de Liberación de Palestina seguirá siendo el representante legítimo de esta unidad", dijo el monarca durante su intervención en la cumbre anual de jefes de Estado de la Liga Árabe, que se celebra en Baréin.
El bareiní insistió así en que la organización debe representar la colaboración entre las diferentes facciones palestinas, en especial Fatah y el grupo islamista Hamás, que a finales de abril subrayaron la necesidad de avanzar hacia esa "unidad nacional" y poner fin a las divisiones.
Precisamente, Al Jalifa también extrapoló que esta unidad se debe extender en el mundo árabe para hacer frente a "los peligros" a los que se enfrenta la región de Oriente Medio y "proteger el camino árabe común".
"Hay que abrir una nueva página de estabilidad y desarrollo que nos acerque a nuestras aspiraciones legítimas, como fuerza civilizada capaz de comprender las necesidades de la época y seguir el ritmo de su progreso", declaró el monarca.
En este sentido, también insistió en la necesidad de "formular una posición árabe e internacional conjunta y urgente" para "detener la hemorragia de las guerras y lograr una paz definitiva y justa, sin alternativa" para vencer en "la batalla por la paz".
La solución de los dos Estados, que estipula la creación de uno palestino independiente y que goza de un apoyo mayoritario internacional, también fue uno de los puntos destacados del discurso del monarca, que aseguró que "traerá beneficios a toda la vecindad árabe".