En la actualidad esa prima de peligrosidad es de un 25 % de su salario de base, pero los sindicatos reclaman de forma unánime una igualdad respecto a otros sectores, ya que los policías y gendarmes tienen una retribución del 28 % por ese concepto.
Uno de los sindicatos, CGT, exige el "reconocimiento de la exposición de los bomberos a los agentes cancerígenos" que se encuentran, por ejemplo, en los humos tóxicos que inhalan durante las operaciones de extinción, pero también en sus trajes de protección.
Las fachadas, los falsos techos y las baldosas son algunos de los elementos a los que hacen frente a diario y que contienen amianto, cuya inhalación esta asociada a problemas respiratorios e incluso cánceres, como el de pulmón.
Esas sustancias nocivas también corren el riesgo de acabar entrando en contacto con su piel si se desprenden sobre su uniforme y son solo una parte de los riesgos, pues los denominados "químicos eternos" están presentes en espumas contra incendios y en la impermeabilización de los equipos de protección.
En la Unión Europea se han prohibido dos sustancias en las espumas antiincendios (PFOA y PFOS), tras ser clasificadas como cancerígenas para el ser humano.
El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, aseguró en noviembre del año pasado que había lanzado un estudio epidemiológico sobre la salud de los bomberos a cargo del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm), si bien habrá que esperar a finales de 2024 para conocer los resultados.
El impacto de su profesión sobre la salud no es el único punto con el que este sector se siente abandonado por el Estado, ya que también pide más efectivos y medios para el ejercicio de su labor.
El sentimiento común entre los bomberos es que sus jornadas laborales están cada vez más centradas en el servicio a la ciudadanía que a combatir las llamas y otros siniestros. De ahí que el CGT ponga el foco sobre la "pérdida de sentido del trabajo de los funcionarios públicos".
De cara a los Juegos Olímpicos de París del próximo verano, los bomberos aspiran a recibir en nómina una prima por el trabajo especial que desarrollarán durante esas fechas, al igual que lo harán los policías.
Esta última petición no es nueva para el Ayuntamiento de París, que acaba de llegar a un acuerdo con los trabajadores de los servicios de limpieza y que puso fin a la huelga que comenzaron el pasado martes.