Nueva ley de movilización genera angustia entre los ucranianos que no quieren ir al frente

Marcel GascónKiev, 18 may (EFE).- Las autoridades ucranianas esperan dar un nuevo impulso al proceso de reclutamiento militar con la entrada en vigor este sábado de una nueva ley de movilización que refuerza las sanciones a quienes no cumplan con sus obligaciones con el Ejército y es motivo de angustia para los varones en edad militar que no quieren ir al frente.

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"Cada vez hay más reclutadores en la calle", dice a EFE un programador de Kiev de 29 años que pide el anonimato.

El joven reconoce el pánico que le produce la idea de ser enviado al frente a combatir, y considera que no tiene nada que ofrecer al Ejército, que necesita más hombres para seguir haciendo frente a un enemigo muy superior en número.

Como muchos otros varones adultos, este residente capitalino evita zonas donde suelen desplegarse estas patrullas, como las inmediaciones de las estaciones de tren, y vive pendiente de los canales de Telegram que avisan en tiempo real de la presencia de reclutadores en lugares específicos de las ciudades.

A partir de este sábado y en un plazo máximo de 60 días, este joven profesional, a quien trabajar de forma remota ayuda a reducir el riesgo de encontrarse con los reclutadores, deberá actualizar sus datos a través del registro digital o en una oficina de alistamiento si quiere cumplir con las nuevas normas.

De lo contrario, se expondrá, si las patrullas de reclutamiento le paran por la calle, a ser sancionado con multas e incluso a la revocación de su carnet de conducir. Su mayor temor es, sin embargo, recibir una citación que le obligue a unirse al Ejército.

Casos de movilización forzosa irregular

Desde la segunda mitad del año pasado, el bufete de abogados Gromov&Gromova se ocupa principalmente de casos de movilización forzosa que no respetan los procedimientos que establece la ley.

"Gente con uniformes en la calle simplemente ponen por la fuerza y con violencia a civiles en vehículos sin ninguna explicación y les llevan a la oficina de reclutamiento. Nosotros intentamos sacarlos de allí utilizando nuestros poderes de representación", dice a EFE uno de los socios del bufete, Serguí Grómov.

En estos casos, los reclutadores suelen entregar a los civiles una citación para que empiecen su entrenamiento militar antes de incorporarse a la unidad que se les asigne.

Según explica a EFE Grómov, el reclutamiento se hace a veces de manera atropellada sin respetar los plazos correspondientes y sin tener en cuenta el estado de salud u otras condiciones que podrían librar a la persona movilizada de la obligación de servir.

Avisados por los propios movilizados o por sus familiares, Grómov y el resto del personal del bufete trabajan a menudo a contrarreloj para sacar a sus clientes de los centros de alistamiento.

"Una vez en el campo de entrenamiento no tenemos acceso y debemos comenzar en los tribunales un proceso lento y complicado", explica el abogado, cuyo objetivo es agotar los mecanismos legales para que sus clientes no acaben desplegados contra su voluntad en el frente.

Incidentes en las calles

En los últimos meses han aparecido vídeos en redes sociales en los que se ve a los reclutadores forzando a subir a sus vehículos a varones en edad militar.

Algunos se resisten e incluso reciben el apoyo de otros transeúntes. Incluso el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dicho que este tipo de prácticas de los reclutadores es inaceptable.

Militares que resultaron heridos combatiendo en el frente y se dedican ahora a reclutar nuevos soldados en las calles se han quejado sin embargo del tratamiento que reciben de parte de la misma población que hasta hace poco les trataba como héroes.

Según la experiencia de Grómov, el número de casos de movilización abusiva ha crecido desde comienzos de 2024. El abogado prevé que se aumenten aún más con la entrada en vigor de la nueva legislación.

"Ahora tenemos decenas de casos, pero creo que pronto vamos a superar el centenar", afirma.

Mientras, Rusia logró abrir la semana pasada un nuevo frente en la región fronteriza de Járkov, en el noreste de Ucrania, lo que incrementa la cantidad de tropas que necesita Kiev para contener la ofensiva rusa sobre su territorio.

En los centros de reclutamiento de Kiev, centenares de varones con distintos niveles de motivación hacen ya cola para actualizar su información en el registro de movilizables del Ejército.

Las autoridades ucranianas permiten ahora el alistamiento de ciertas categorías de presos y esperan movilizar a un número suficiente de nuevos soldados para continuar resistiendo en la guerra.

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