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Reducir la escalada de la guerra y crear las condiciones para un diálogo político entre las partes son la base de la propuesta elaborada durante la visita del asesor especial de la Presidencia y excanciller brasileño, Celso Amorim, al ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi.
En el documento, divulgado por la Presidencia brasileña, los altos funcionarios hacen énfasis en que el diálogo y las negociaciones "son la única solución viable a la crisis en Ucrania".
En este sentido, solicitan a las partes frenar la expansión del campo de batalla, evitar intensificar los combates y "aumentar la ayuda humanitaria".
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Asimismo hacen un llamado para evitar los ataques a civiles y para que se proteja especialmente a mujeres, niños y a prisioneros de guerra.
En el documento, los altos funcionarios proponen la realización de una conferencia internacional de paz que sea reconocida por ambas partes y piden a la comunidad internacional apoyar todas las gestiones necesarias para promover las conversaciones de paz.
La propuesta sale a la luz semanas antes de que se lleve a cabo en Suiza la Conferencia para la Paz en Ucrania, a celebrarse el 15 y 16 de junio, un evento al que han confirmado su asistencia más de 70 jefes de Estado, entre los cuales varios latinoamericanos, con excepción de Brasil, Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Al evento, que ha sido coordinado con el Gobierno de Ucrania, no fue invitada Rusia.
Desde la invasión a Ucrania, hace más de dos años, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha mantenido una posición de neutralidad ante el conflicto y ha abogado por una solución pacífica del mismo.