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"Ahora la parte del gas ruso que llega a Italia es mínima y ya no es esencial para nuestro país", dijo en declaraciones al margen del Foro Empresarial Italia-Serbia que se celebra en Trieste (norte).
El país transalpino "ha conseguido diversificar los proveedores", aunque "todavía tiene que dar muchos pasos", agregó Pichetto Fratin, miembro de la coalición de Gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni, alineada con la Unión Europea (UE) en su apoyo a Ucrania y su oposición a la invasión de Rusia.
Italia importa el 90% del gas que consume y hasta febrero de 2022, con el estallido de la guerra de Ucrania, el 40% de este recurso procedía de Rusia, siendo este país su principal proveedor.
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Ante ello, el Gobierno italiano, entonces encabezado por Mario Draghi, inició un plan de urgencia para acabar con esta dependencia.
A fines de 2022, Italia se marcó "independizarse" del gas ruso en la segunda mitad de 2024, y progresivamente la diplomacia italiana logró hacer acuerdos con nuevos proveedores como Argelia, que se convirtió en su principal proveedor de gas en sustitución de Moscú.
Por otro lado, las declaraciones de este viernes del Ministro de Seguridad Energética italiano se produjeron mientras se celebraba en el norte del país un foro económico con Serbia, país balcánico que se considera más bien dentro de la esfera de influencia de Rusia y no forma parte de la UE, aunque tiene estrechas relaciones con Roma.
"Serbia es un socio económico y comercial estratégico para Italia", aseguró Fratin, que mencionó proyectos como el Corredor Eléctrico Transbalcánico.