Según indicó un portavoz real en un comunicado difundido por los medios locales, Camila tomaba un helado cuando uno de sus acompañantes se acercó y le susurró algo al oído, antes de que los monarcas fueran escoltados al hotel cercano Pomme d´Or en St. Helier, la capital de la isla.
Un miembro de la organización dio la voz de alarma y, tras paralizar la visita, realizar un chequeo completo de la zona, y poner a salvo a sus majestades, las autoridades confirmaron que se trataba de una falsa alarma y se retomó el programa como estaba previsto pocos minutos después.
Este viaje marca la primera visita de un monarca británico a la isla desde 2005, cuando Isabel II celebró el 800 aniversario de la lealtad de Jersey a la monarquía, y el regreso de Carlos y Camila a Jersey después de doce años.
Se prevé que Carlos y Camila finalicen su visita oficial este martes en la isla de Guernsey, donde se homenajeará al monarca con una ceremonia en Saint Peter Port, la capital.