El índice de actividad económica, considerado una medición previa del producto interior bruto (PIB), se expandió ligeramente después de un mes de abril prácticamente plano, cuando se expandió un leve 0,01 % frente a marzo.
No obstante, repuntó un 1,30 % con respecto a mayo del año pasado.
Con este resultado, el crecimiento del país suramericano en los últimos doce meses concluidos en mayo se ubica en el 1,66 %.
Para este año, el mercado financiero prevé una expansión del PIB brasileño del 2,1 %, según las últimas proyecciones de analistas financieros consultados por el Banco Central.
Ese porcentaje es inferior al previsto por el propio órgano emisor brasileño, que espera un crecimiento del 2,3 %; y por el Gobierno, todavía más optimista (2,5 %).
Impulsada por el sector agropecuario, Brasil creció un 2,9 % en 2023, en el primer año de Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, y encadenó así tres años seguidos de expansión, aunque el resultado fue levemente inferior al de 2022 (3 %) y 2021 (4,8 %).
El mandatario progresista ha asegurado en diversas ocasiones que Brasil superará en 2024 el crecimiento registrado el año pasado, pese a que todas las previsiones vaticinan un frenazo de la mayor potencia económica de Latinoamérica.