La misión de la ONU ante Libia (UNSMIL) mostró su preocupación por este nuevo enfrentamiento entre grupos armados y condenó "el uso de armas pesadas y proyectiles por parte de los combatientes en zonas densamente pobladas".
La Universidad de Trípoli anunció este domingo la reanudación de las clases a partir de mañana lunes, que había suspendido por los combates que forzaron a la evacuación de más de 60 familias en las zonas afectadas y que se saldaron con nueve muertos, según el servicio de Emergencias de la capital.
La Embajada de Estados Unidos en Libia también condenó la violencia en Tajura y acogió con satisfacción los esfuerzos realizados para reducir la escalada de hostilidades al tiempo que consideró "una necesidad urgente" unificar a las fuerzas de seguridad libias "para servir a los intereses" nacionales.
Libia está actualmente dividida entre el oeste del país, controlado por el Gobierno de Unidad Nacional (GUN) de Abdelhamid Dbebiba, y el este, tutelado por el mariscal Jalifa Haftar.
Las milicias que emergieron durante más de una década de conflicto, desde el derrocamiento de Muamar Gadafi, integran hoy los aparatos de seguridad en Libia que, en la zona occidental controlada por el GUN, protagonizan a menudo choques por el control territorial y la influencia.
Las actuales reuniones entre los líderes armados en la sede del Consejo de Qarabulli, en presencia de los jeques de este municipio, de Trípoli, Tajura, Misrata, Zliten y Qasr al Akhiar, buscan consolidar la reconciliación y un alto el fuego sostenibles.