“La agenda de Timbalaye –del 18 al 31 de agosto- busca promover a través del diálogo intercultural la memoria de los cultos yorubas (de África) y el legado de España en el que nos fundimos y dieron paso a la identidad cubana”, comentó a la prensa el presidente del Festival, Ulises Mora.
La edición de este año llegará a comunidades de varias provincias cubanas La Habana, Pinar del Río, Matanzas (oeste), Guantánamo, Granma, Santiago de Cuba (este), entre otras.
Esta vez, se dedica a los antiguos Cabildos de Nación (reuniones de esclavos), las Casas Templo y al 30 aniversario de la declaratoria de la Ruta de las Personas Esclavizadas.
El programa del evento, al que asisten también invitados de Italia, México y Colombia, incluye espectáculos danzarios, clases de rumba y otros ritmos tradicionales, así como visitas a sitios históricos, coloquios y encuentros en los barrios con rumberos.
La rumba es un género musical y bailable de origen africano y español que surgió en Cuba a finales del siglo XIX.
Fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2016 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).