En el lado positivo de la balanza se encuentran la relativa cooperación que se observa en áreas como la innovación, el comercio y el aumento de la financiación para la lucha contra el cambio climático.
"En una época de mayor volatilidad, los líderes tendrán que adoptar un modo de cooperación 'desordenada' y una toma de decisiones dinámica y orientada a obtener resultados concretos y generar confianza", plantea el análisis del Foro.
Este Barómetro utiliza 41 indicadores para medir el estado actual de la cooperación mundial en torno a cinco grandes pilares: el comercio y los flujos de capital, la tecnología e innovación, el clima y el capital natural, la salud y el bienestar, y la paz y la seguridad.
Su publicación coincide con un momento de gran inestabilidad mundial, de agitación geopolítica, tecnológica y sociopolítica sin precedentes en décadas, y al mismo tiempo con el periodo en el que muchos nuevos gobiernos están en plena elaboración de sus programas para el año que empieza, comentó el presidente y director ejecutivo del WEF, Borge Brende.
A lo largo de 2024, más de la mitad de la población mundial fue llamada a las urnas para elegir a sus nuevas autoridades ejecutivas o legislativas.
El aspecto en el que es más notorio el quiebre de la cooperación internacional es el relacionado con la seguridad colectiva mundial, la cual se ha erosionado principalmente -pero no únicamente- por los conflictos en Ucrania, Gaza y Sudán, y las crisis humanitarias que éstos han causado.
En el terreno de las tecnologías emergentes se plantea que la inteligencia artificial genera tanto oportunidades como riesgos, a tal punto que el WEF habla de una suerte de carrera armamentista, pero de carácter tecnológico.
Para que los beneficios se maximicen y se rebajen los riesgos, los autores piden reflexionar sobre la "cooperación estratégica" que se requiere.
En cuanto a cambio climático y capital natural, se destaca que han habido avances en cuanto al aumento de los flujos financieros y del comercio de tecnologías de bajas emisiones, pero esto es insuficiente y se necesita una acción urgente para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas para 2030.
Sobre el comercio internacional y el flujo de capitales, el Barómetro anota la desaceleración en el comercio de bienes, a causa de un crecimiento moderado en China, aunque esto se ha compensado de cierta manera por la fortaleza de los flujos globales de servicios, capital y personas.
"La inversión extranjera directa, especialmente en sectores estratégicos como los semiconductores y energía verde, ha aumentado, al igual que la migración laboral y las remesas", se destaca.