El pasado lunes, el republicano fue investido presidente del país en un acto que se celebró en el interior del Capitolio debido a un vórtice polar que dejó en Washington temperaturas de hasta 11 grados Celsius bajo cero.
La ceremonia tuvo una audiencia de 24,6 millones de espectadores a lo largo del día, y alcanzó su pico de audiencia sobre las 12:15 hora local (17:15 GMT), superando los 34 millones.
El dato general de la toma de posesión es el más bajo desde 2013, cuando tuvo lugar la ceremonia del expresidente Barack Obama (2009-2017) para su segundo mandato, que atrajo a 20,6 millones.
Tras él, Trump consiguió en 2017 casi 31 millones de espectadores y el expresidente Joe Biden (2021-2025), cuya investidura tuvo lugar con las restricciones de la pandemia de la covid-19, captó 33,8 millones de televidentes.
Cuando se anunció que la toma de posesión se celebraría en la rotonda del Capitolio, Trump apuntó a una gran audiencia para poder cumplir su fantasía de tener una investidura multitudinaria, aunque sea por televisión.
Pese a que la consultora había avanzado que la ceremonias para los segundos mandatos suelen ser menos vistas que las primeras, esta no pudo ser seguida en persona, lo que obligó a verla por televisión.
A Trump le ha ocurrido lo mismo que al expresidente Ronald Reagan (1981-1989). Ambos celebraron su segunda investidura en la rotonda del Capitolio, y ambos perdieron audiencia de una a la otra: 41,8 millones de espectadores siguieron la primera toma de posesión de Reagan, y 25 millones, la segunda.
Nielsen explicó en un comunicado que hasta quince canales de televisión hicieron transmisiones en directo de la investidura, entre las 10:30 (15:30 GMT) y las 19:00 horas (00:00 GMT del martes).
El evento se pudo seguir en las grandes cadenas de televisión del país como ABC, CBS, NBC, CNN, Fox o MSNBC, y los canales en español Telemundo, Univisión y Galavisión.