El jefe del Estado indicó que, ante la actual situación, con dos negociaciones fallidas desde las elecciones del 29 de septiembre, se dan cuatro posibles escenarios: elecciones anticipadas, un Gobierno en minoría, un Ejecutivo interino de expertos o una coalición entre varias formaciones.
"En los próximos días mantendré conversaciones con los políticos para sondear cuál de esas cuatro opciones podrían tener éxito, lo antes posible y tanto tiempo como sea necesario. Se trata de llegar por fin a compromisos y a soluciones", señaló en un discurso televisado a la nación.
Herbert Kickl, líder del partido de extrema derecha y ultranacionalista FPÖ, devolvió hoy a Van der Bellen el encargo de formación de Gobierno, tras cinco semanas de negociación con el conservador Partido Popular para tratar de llegar a un acuerdo de coalición.
El FPÖ ha acusado a los conservadores del fracaso de los contactos mientras que el ÖVP lo ha achacado al "ansia de poder" de Kickl.
Después de que el FPÖ ganara, con casi el 29% de los votos, las elecciones, los otro cuatro partidos parlamentarios (conservadores, socialdemócratas, liberales y ecologistas) se negaron a negociar con Kickl.
Conservadores, socialdemócratas y liberal iniciaron negociaciones para formar un tripartito que se rompieron a principios de enero. Fue entonces cuando un cambio en el liderazgo del ÖVP hizo que el partido se abriera a negociar con Kickl.
Las posturas críticas con la Unión Europea, la insistencia del FPÖ en controlar los ministerios de Interior y Finanzas y la agresiva postura contra los medios de comunicación son algunos de los motivos, según los medios y analistas locales, que explican la ruptura de la negociación.
El partido socialdemócrata SPÖ, el liberal Neos y el ecologista Los Verdes (parte de la coalición saliente de Gobierno con el ÖVP) se han mostrado dispuestos a sentarse a negociar un nuevo Ejecutivo.