"Cientos de miles de desplazados se hacinan ahora en lugares improvisados, iglesias y hospitales", señaló este viernes en rueda de prensa la portavoz de ACNUR Eujin Byun.
La fuente indicó que unos 100.000 desplazados en Goma y otras zonas han intentado regresar a sus hogares, pero muchos continúan en refugios colectivos o comunidades de acogida.
La destrucción de muchas viviendas y la falta de servicios esenciales, unida al miedo a explosiones de artefactos abandonados en la zona durante los combates, obstaculizan el retorno seguro de muchos desplazados, indicó Byun.
La fuente de ACNUR añadió que muchos desplazados han huido a zonas donde la llegada de ayuda humanitaria es difícil, hasta el punto de que en la vecina provincia de Kivu del Sur más de la mitad de las organizaciones humanitarias no están pudiendo llevar su asistencia a víctimas del conflicto.
"Al mismo tiempo en Kivu del Norte (provincia de la que es capital Goma) la destrucción de instalaciones sanitarias, incluyendo depósitos de cadáveres, y hospitales saturados, aumenta el riesgo de expansión de enfermedades infecciosas como cólera, malaria y sarampión", afirmó Byun.
Desde 1998 el este de la República Democrática del Congo, rico en minerales como el oro o el coltán, fundamental en la industria tecnológica global, está sumido en un conflicto protagonizado por milicias rebeldes como el M23 (apoyado según Kinsasa por la vecina Ruanda) y el Ejército.