Según avanza el diario belga Le Soir, la Fiscalía ha ampliado su investigación sobre el caso de corrupción para incluir a las eurodiputadas Alessandra Moretti y Elisabetta Gualmini, pero ambas disfrutan ahora de una inmunidad parlamentaria que la Eurocámara debería retirar para permitir que sean procesadas ante la justicia belga.
Este diario señala que las dos socialistas italianas han negado previamente su conexión con el escándalo conocido como el Catargate, que afectó a la entonces vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili; su pareja Francesco Giorgi; dos eurodiputados -Andrea Cozzolino y Marc Tarabella- y un antiguo legislador comunitario, Pier Antonio Panzeri, el supuesto cabecilla de la trama.
Sin embargo, la información revelada apunta a que Moretti habría visitado Catar durante la construcción de los estadios para el Mundial de fútbol de 2022 y que participó en una audiencia parlamentaria sobre la situación de los derechos humanos en torno a la celebración de este torneo en el emirato, en la que criticó que el Mundial de Rusia de 2018 no hubiera generado el mismo interés.
A Gualmini, por su parte, se le atribuye un intercambio de mensajes de texto con Giorgi -que había sido asistente parlamentario de Panzeri, cabecilla de la trama- en la que la eurodiputada se justificaba con él por no haber seguido la línea argumental que sugería pero prometía "ser más agresiva más adelante".
Una vez la Fiscalía belga ha solicitado al Parlamento Europeo el levantamiento de la inmunidad, la presidenta de la institución, Roberta Metsola, deberá anunciarlo al pleno al inicio de la próxima sesión, prevista para el próximo lunes en Estrasburgo (Francia), lo cual dará comienzo a un proceso en la comisión de Asuntos Jurídicos donde las dos eurodiputadas tendrán derecho a defenderse.
El levantamiento de la inmunidad, que suele concederse en la inmensa mayoría de los casos, no prejuzga la inocencia o culpabilidad de los eurodiputados sino que permite que sean juzgados por los tribunales ordinarios.