Es el tercer máximo alcanzado desde que comenzó a suministrarse gas según el nivel máximo acordado el 1 de diciembre de 2024, informó en Telegram la compañía estatal.
Rusia trata de aumentar su suministro de gas a China para suplir los daños provocados por la pérdida del mercado europeo por las sanciones impuestas por la invasión de Ucrania, pero todavía no alcanza los niveles europeos debido a los límites de capacidad de sus gasoductos y lo previsto en los contratos ya firmados.
El gasoducto Fuerza de Siberia tiene una capacidad máxima de 61.000 millones de metros cúbicos de gas anuales, de los cuales 38.000 millones corresponden a lo acordado con China, mientras que el Nord Stream 1 tenía una capacidad máxima de 110.000 millones.
Según Gazprom, en 2020 el suministro a Pekín fue de 4.100 mil millones de metros cúbicos de gas; en 2021 fue de 10.390 mil millones; en 2022, de 15.400 mil millones; y en 2023 aumentó hasta los 22.730 mil millones.
Anteriormente, el director de la compañía, Alexéi Miller, afirmó que en 2024 esta cifra alcanzará los 31 mil millones de metros cúbicos.
Rusia comenzó a sumistrar gas a China en 2019, tras un acuerdo firmado para 30 años por un valor de 400.000 millones de dólares.
Queda pendiente la construcción de Fuerza de Siberia 2, cuya negociación ha quedado varada por las demandas chinas, que exigen grandes descuentos.
La empresa declaró sus primeras pérdidas desde 1999 en 2023, un año después del inicio de la guerra en Ucrania.
Ese mismo año sus acciones cayeron un 22,7 %, después de que la compañía decidiese no pagar los dividendos correspondientes a 2021.