ACNUR eleva a más de 100.000 los refugiados por el conflicto en la RDC a Uganda y Burundi

Ginebra, 21 mar (EFE).- El aumento de la violencia en el este de la República Democrática del Congo (RDC) por la ofensiva del grupo armado M23, apoyado por Ruanda, ha causado la huida de más de 100.000 personas a las vecinas Uganda y Burundi, indicó este viernes la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

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En Burundi la mayoría de los 68.000 refugiados que han llegado al país se encuentran en la zona fronteriza de Rugombo, a la que comenzaron a llegar en febrero, donde se ha acondicionado un estadio deportivo para acogerlos, indicó en rueda de prensa la portavoz de ACNUR Eujin Byun.

"Las malas condiciones higiénicas en el estadio y los alrededores donde algunos de ellos se alojan, unidas a una limitada atención sanitaria, han desencadenado al menos ocho casos sospechosos de cólera", agregó la fuente de Naciones Unidas.

En Uganda las estadísticas señalan que al menos 28.000 refugiados congoleños han llegado desde enero, una cifra seis veces superior a la de hace un año, y se calcula que podrían alcanzarse las casi 40.000 llegadas antes de que termine marzo.

"La mayoría de los centros de recepción y tránsito atienden actualmente siete veces más personas de lo normal y carecen de suficiente agua potable, alojamiento y suministros sanitarios", destacó Byun.

La portavoz recordó que en las inmediaciones de Goma, la capital de la provincia congoleña de Kivu del Norte, fueron destruidos campos de desplazados que acogían unas 400.000 personas.

En la vecina Kivu del Sur, también afectada por el actual conflicto, más de 850.000 personas han abandonado sus hogares y son desplazados internos, según cifras facilitadas la semana pasada por el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).

Al menos 40.000 de ellas han llegado a la vecina provincia congoleña de Tanganika, indicó este viernes la portavoz de ACNUR, "después de peligrosos viajes de hasta 700 kilómetros atravesando lagos y zonas en conflicto".

Entre esos desplazados hay un destacado número de jóvenes que huyen de los intentos de reclutamiento forzado por parte de los bandos en conflicto, así como mujeres y niños que han perdido el contacto con el resto de sus familias, agregó.

La portavoz subrayó que los recortes de financiación que sufre ACNUR y otros actores humanitarios, afectados entre otros factores por el fin de buena parte de los programas de ayuda exterior de Estados Unidos, están dificultando enormemente sus labores de apoyo a los refugiados en la RDC.

"La respuesta de ACNUR está haciéndose imposible, afectando a la construcción de alojamientos y la distribución de suministros esenciales", aseguró.

El grupo rebelde M23 se hizo con el control de Goma a finales de enero y este mes de marzo ha pasado a controlar en la misma provincia el territorio de Walikale, de gran importancia estratégica por sus grandes reservas de estaño y oro y su acceso a numerosas rutas con el resto de la RDC.

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