"Lo que hemos dicho, y seguiremos diciendo, es que la experiencia muestra que tanto la rendición de cuentas judicial como la no judicial deben incluirse en los procesos de paz, porque eso hace que sean más sostenibles" señaló a preguntas de EFE el presidente de la Comisión, Erik Møse, durante un acto en Viena.
En su más reciente informe, la Comisión, creada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, ha señalado que Rusia ha cometido crímenes de lesa humanidad de desapariciones forzadas en todas las regiones ucranianas que ocupa y en su propio territorio.
También ha reiterado que Rusia usa la tortura "como parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil y en aplicación de una política estatal coordinada" y también emplea la violencia sexual.
La Comisión está a la espera de que a principios de abril la ONU renueve su mandato para seguir investigando los crímenes, cometidos tanto por Rusia como por Ucrania.
De ampliarse, aseguró Møse, la Comisión mantendrá su trabajo, independientemente de las negociaciones de paz, y seguirá haciendo sus recomendaciones también en lo que a rendición de cuentas se refiere.
Preguntado sobre si el presidente de Rusia, Vladímir Putin, debería ser juzgado por crímenes de guerra, el juez noruego dijo que la Comisión intenta "señalar a los posibles responsables" pero nunca publica esos nombres.
En su último informe, hecho público esta semana, la Comisión destaca que "la rendición de cuentas judicial sigue siendo clave para garantizar que los autores de violaciones y crímenes sean identificados y rindan cuentas por sus actos, y para poner fin al ciclo de impunidad".
En ese sentido, Vrinda Grover, miembro del equipo, señaló hoy que esa obligación de rendir cuentas "no tiene un límite temporal fijo".
La abogada Grover, que junto a Møse y el colombiano Pablo de Greiff lidera la Comisión, afirmó que la labor que realizan "no se verá obstaculizada por ningún acontecimiento en la esfera política", en referencia a los contactos para un acuerdo de paz o alto el fuego.
Møse recordó que la Comisión es un mecanismo de investigación y que su tarea es aportar pruebas y señalar a los perpetradores, pero que dependerá de otras instituciones, como la Corte Penal Internacional (CPI), o la Fiscalía de Ucrania, dar uso a ese material.
Al respecto, pese a reconocer como una posibilidad crear un futuro tribunal específico para juzgar los crímenes en Ucrania, como los que existieron para la antigua Yugoslavia o Ruanda, Møse indicó que hay cuestiones que habría que resolver varias cuestiones para lanzar un órgano así.
Møse señaló la investigación se está viendo dificultada tanto por la nula colaboración de Rusia como por la reducción de recursos económicos, que ha hecho que el número de investigadores se reduzca a la mitad.
En su último informe, la Comisión señala también que Ucrania ha violado derechos humanos de personas acusadas de haber colaborado con Rusia, y que los dos contendientes han usado drones para matar a soldados ya heridos en el frente, algo que constituye también un crimen de guerra.