"Soy optimista. Naturalmente hay diferencias entre los partidos, lo cual es normal. No nos vamos a dejar presionar, llegar a un buen acuerdo de coalición es más importante que la velocidad", dijo Linnemann en una conferencia de prensa en Berlín.
Inicialmente el líder de la CDU y virtual canciller, Friedrich Merz, se había fijado como meta llegar a un acuerdo en Semana Santa pero no se descarta que las negociaciones tomen más tiempo.
Linnemann afirmó que había leído titulares de prensa que se resaltan ante todo las diferencias entre los partidos y les restó importancia.
Por otra parte, Linnemann subrayó que la CDU sólo firmará un acuerdo de coalición que signifique un cambio de política en áreas como la economía y la reducción de la migración irregular.
"La gente votó por un cambio, no por una nueva versión de la anterior coalición de Gobierno", dijo Linnemann.
Según informaciones de prensa en política económica hay disenso, entre otras cosas, con respecto a la forma como se quiere financiar una rebaja del impuesto de sociedades.
Mientras que la CDU y su hermana bávara la Unión Socialcristiana (CSU) quieren hacerlo con recortes presupuestarios, el SPD propone la creación de un impuesto a las transacciones financieras o una reintroducción del impuesto al patrimonio.
En cuanto a la migración irregular, el punto de discordia es la devolución de demandantes de asilo a otros países de la UE donde estos estén registrados.
Mientras que la CDU/CSU considera que es suficiente informar a los países de las devoluciones en caliente, el SPD considera necesario llegar a acuerdos concretos con los socios.
El secretario general del SPD, Matthias Miersch, se expresó en términos similares a los de Linnemann, pues señaló que en su formación tampoco querían presiones para cerrar rápidamente las negociaciones.
"No queremos dejarnos presionar por el calendario. Los resultados de los grupos de trabajo deben ser analizados y comparados", dijo Miersch a la televisión 'NTV'.