Oswaldo Eustáquio es uno de los principales acusados en un proceso contra las "milicias digitales" que esparcieron mensajes antidemocráticos y pusieron en duda la fiabilidad del sistema electoral brasileño antes de las elecciones presidenciales de 2022, en las que Bolsonaro intentó en vano su reelección.
La Audiencia Nacional celebrará el próximo jueves la vista de extradición de Eustáquio, acusado en Brasil de delitos de abolición violenta del Estado democrático y golpe de Estado.
En su escrito, la fiscal sostiene que no procede acceder a la extradición por "falta del requisito de doble incriminación", ya que los delitos por los que le reclaman en Brasil no tienen equivalencia en el Código Penal español, y al ampararle la libertad de expresión.
De acuerdo con la investigación de la Justicia brasileña, Oswaldo Eustáquio se unió a una campaña para intimidar a policías federales y, en concreto, difundió datos personales sobre un comisario relacionado con el caso de Bolsonaro, al que acusó de contravenir la ley.
Según la Fiscalía, esos hechos, que en la legislación brasileña constituyen delitos de abolición violenta del estado democrático de derecho y de golpe de Estado, no serían delito en el ordenamiento español "al estar amparados por la libertad de expresión" y por eso es contraria a extraditarle.
Ahora el tribunal español debe decidir sobre la extradición de Eustáquio, sobre quien pesa una orden de detención dictada por el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil en 2022 que no llegó a ejecutarse porque el bloguero había abandonado el país.
Dos años después, en diciembre de 2024, se puso a disposición de la Justicia española a través de su abogado y el pasado mes de febrero se opuso a ser extraditado.
El magistrado brasileño que pide su extradición instruyó el proceso sobre el intento de golpe de Estado de enero de 2023, por el que se abrirá juicio al expresidente Bolsonaro y otros cargos de su Gobierno, a quienes se vincula con los asaltos a las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Supremo en un intento de forzar un golpe de Estado contra Luiz Inácio Lula da Silva, que venció las elecciones de 2022.