Las protestas habían sido convocadas para este lunes por Blessed Geza, veterano de la guerra de independencia del país y exdirigente de la oficialista Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF).
Geza había pedido a la población que secundara manifestaciones masivas en el país para exigir la dimisión del presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, aunque los ciudadanos no se echaron en masa a la calle y muchos decidieron quedarse en sus casas.
En Harare, un centenar de manifestantes se reunieron en la Plaza Robert Mugabe, en el centro de la capital, con la intención de marchar hacia la sede de la Presidencia.
Los manifestantes lanzaron piedras a la Policía y bloquearon las carreteras de acceso a la ciudad en un ambiente tenso, mientras las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a la multitud.
Una de las manifestantes, que se identificó como Christian Marumo, declaró a EFE que la Policía le golpeó brutalmente.
"Vine desde mi casa en Harare para participar en esta marcha de protesta, convocada por veteranos de guerra liderados por el beato Geza la semana pasada, pero la Policía me impidió marchar, nos golpeó y me gaseó", aseguró.
El portavoz de la Policía, Paul Nyathi, confirmó a EFE los enfrentamientos ocurridos en Harare, donde se realizaron algunas detenciones.
"Hubo algunos incidentes de violencia en Harare, donde los manifestantes lanzaron piedras a la Policía, que tuvo que intervenir para dispersarlos, ya que querían molestar a algunas personas que realizaban sus actividades comerciales habituales", declaró Nyathi.
Anticipando posibles disturbios, los comercios protegieron con barricadas sus locales y los concesionarios de automóviles desalojaron sus salas de exposición en los últimos días.
La mayoría de los negocios y escuelas de la capital, Harare, así como de Bulawayo, la segunda ciudad más grande del país, y otras localidades, permanecieron cerrados mientras un gran número de policías patrullaba las calles vacías.
Geza, quien se encuentra oculto y es buscado por la Policía por incitar a la violencia y socavar la autoridad del presidente, acusa a Mnangagwa de promover la corrupción y el nepotismo, y de no haber logrado reactivar la debilitada economía nacional.
Expulsado a principio de mes de la ejecutiva de la ZANU-PF tras ser acusado de indisciplina por sus diatribas contra el jefe del Estado, podría haberse refugiado en uno de los cuarteles del Ejército, mientras publica mensajes en redes sociales con uniforme militar, según veteranos de guerra.
Su casa de campo en la zona de Sanyati, en la provincia de Mashonalandia Occidental (norte), fue atacada con bombas incendiarias y arrasada hace dos días por presuntos agentes estatales.
Geza tiene vínculos con una facción del partido alineada con el vicepresidente de Zimbabue, Constantino Chiwenga, considerado como un posible sucesor de Mnangagwa, cuyo segundo mandato vence en 2028.
Sin embargo, la ZANU-PF aprobó en octubre pasado una polémica resolución para enmendar la Constitución que podría extender el mandato del presidente dos años, hasta 2030, aunque no concretó la manera de ejecutar esa modificación.
Los partidarios de Chiwenga consideran ese movimiento como un intento de marginar al vicepresidente en una eventual carrera por la sucesión.
Mnangagwa, de 82 años, llegó al poder en 2017 tras el golpe militar que derrocó al ya fallecido Robert Mugabe, quien había ocupado la Presidencia desde 1987.
El presidente logró un primer mandato en las disputadas elecciones de 2018 y fue reelegido en los también polémicos comicios de 2023, después de que la oposición cuestionara los resultados en ambas votaciones.