"Los 98 enfrentan cargos de participar en una reunión ilegal con la intención de causar violencia pública y estamos siguiendo instrucciones de nuestros clientes", afirmó Douglas Coltart, miembro de la asociación, que representa a los detenidos.
Los arrestados comparecieron este martes ante el Tribunal de Magistrados de Harare.
El lunes, la Policía utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para reprimir las protestas antigubernamentales en Harare, donde muchos negocios, oficinas y escuelas permanecieron cerrados, como en otras ciudades del país.
Las protestas habían sido convocadas por Blessed Geza, un veterano de la guerra de independencia del país y exdirigente del gobernante Partido Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF).
Geza había llamado a la población a apoyar las manifestaciones masivas en todo el país para exigir la dimisión del presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, aunque los ciudadanos no salieron a las calles en masa y muchos decidieron quedarse en casa.
La mayoría de los negocios y escuelas en Harare, así como en Bulawayo, la segunda ciudad más grande del país, y otras localidades, permanecieron cerradas mientras un gran número de policías patrullaban las calles vacías.
Geza, quien está escondido y es buscado por la Policía por incitar a la violencia y socavar la autoridad del presidente, acusa a Mnangagwa de promover la corrupción y el nepotismo y de no lograr reactivar la debilitada economía nacional.
El veterano de guerra tiene vínculos con una facción del partido gubernamental alineada con el vicepresidente de Zimbabue, Constantino Chiwenga, considerado como un posible sucesor de Mnangagwa, cuyo segundo mandato vence en 2028.
Sin embargo, la ZANU-PF aprobó en octubre pasado una polémica resolución para enmendar la Constitución que podría extender el mandato del presidente dos años, hasta 2030, aunque no concretó la manera de ejecutar esa modificación.
Los partidarios de Chiwenga consideran ese movimiento como un intento de marginar al vicepresidente en una eventual carrera por la sucesión.
Mnangagwa, de 82 años, llegó al poder en 2017 tras el golpe militar que derrocó al ya fallecido Robert Mugabe, quien había ocupado la Presidencia desde 1987.
El presidente logró un primer mandato en las disputadas elecciones de 2018 y fue reelegido en los también polémicos comicios de 2023, después de que la oposición cuestionara los resultados en ambas votaciones.