"No hay confirmación. Le mantendré informado", se limitó a responder a EFE Tina Salama, portavoz del presidente de la RDC, Félix Tshisekedi, quien tampoco negó la posible reunión.
EFE intentó contactar con el portavoz del Gobierno y ministro congoleño de Comunicación y Medios, Patrick Muyaya, para recabar mas información, pero las gestiones resultaron infructuosas. También trató de establecer contacto con el M23, que cuenta con apoyo ruandés, aunque tampoco recibió respuesta.
Salama hizo esas declaraciones después de que varios medios internacionales aseguraran que representantes del Gobierno congoleño y del M23 tienen previsto mantener un diálogo directo el próximo 9 de abril en Doha.
De producirse ese encuentro, se trataría de las primeras conversaciones cara a cara entre ambas partes desde que se intensificó la ofensiva del M23 el pasado enero en el este de la RDC, donde el grupo conquistó numerosos territorios en las provincias vecinas de Kivu del Norte y Kivu del Sur, incluidas sus capitales.
Tshisekedi y el presidente de Ruanda, Paul Kagame, ya se reunieron el pasado 18 de marzo en Catar para abordar el conflicto.
"Los jefes de Estado reafirmaron el compromiso de todas las partes con un alto el fuego inmediato e incondicional", destacaron entonces en un comunicado conjunto tras el encuentro en Doha, en el que actuó como mediador el emir catarí, Tamim bin Hamad Al Thani.
Esa reunión ocurrió el mismo día en que debía empezar en Angola, país que actuaba también como mediador, un diálogo de paz directo entre las partes, que finalmente no tuvo lugar después de que el M23 cancelara su participación tras la imposición de sanciones contra algunos de sus líderes por parte de la Unión Europea.
El conflicto del este de la RDC escaló a finales del pasado enero, cuando el grupo rebelde tomó Goma, capital de Kivu del Norte, y Bukavu, capital de Kivu del Sur; ambas fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamentales para la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.
Desde la intensificación de la ofensiva del M23, apoyado por Ruanda -según las Naciones Unidas y países como EE.UU., Alemania y Francia-, cerca de 1,2 millones de personas se han visto desplazadas en estas dos provincias, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU.
Además, los enfrentamientos que estallaron en Goma y alrededores dejaron más de 8.500 muertos en enero, detalló a finales de febrero el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba.
La actividad armada del M23, un grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994, se reanudó en Kivu del Norte en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño.
Desde entonces, ha avanzado por varios frentes, lo que ha elevado los temores a una posible guerra regional.
El este de la RDC está sumido, desde 1998, en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).