Muto volvió a pedir la exención de Japón de estas medidas en una reunión telemática que mantuvo con el secretario de Estado de EE.UU., Howard Lutnick, horas antes de que Trump detallara sus "aranceles recíprocos", y le trasladó que Tokio considera "extremadamente lamentable" su aplicación.
Japón, que se verá afectado por un arancel adicional del 24 % según lo anunciado por Trump, es el mayor inversor foráneo en Estados Unidos, uno de sus principales socios comerciales y el país extranjero de cuyas empresas más empleos estadounidenses dependen en el sector manufacturero, según datos del Ejecutivo nipón.
Muto señaló a Lutnick que los nuevos aranceles "van a restar potencial a las inversiones de empresas japonesas en Estados Unidos", y le advirtió que esto "puede afectar a su economía de forma directa".
El Gobierno de Japón "va a estudiar minuciosamente" los detalles de las nuevas medidas anunciadas por Trump y mantendrá reuniones para "tomar medidas necesarias" para los sectores afectados, según Muto, quien también dijo que la Organización Mundial de Comercio deberá decidir si los aranceles estadounidenses vulneran su normativa.
Al ser preguntando en rueda de prensa sobre si Japón contempla imponer a Estados Unidos nuevos aranceles como represalia, Muto no quiso descartar ninguna medida y dijo que todavía se está analizando la forma de proceder.
"Veremos con serenidad qué es lo más efectivo en base a nuestros intereses nacionales. Estudiaremos todas las alternativas con cautela y con rapidez", dijo Muto.