Así lo explicó a EFE el gerente de la empresa, ubicada en una localidad sevillana (sur), Abraham Mazuecos, quien concretó que sus productos no están afectados por el arancel del 4 % de impuestos generales que siempre ha aplicado Estados Unidos a todas sus importaciones.
De esa fábrica salen todos los años unos 100.000 sombreros, de los cuales alrededor del 60 o 70 % van dirigidos al mercado judío ortodoxo.
Entre 20.000 y 25.000 llegan a Israel, y 30.000 a Estados Unidos, sobre todo a Nueva York.
Mazuecos concretó que, tras conocer las cifras anunciadas la pasada noche por Trump, están “muy perdidos”, ya que “si todo sigue como hasta ahora, estos sombreros no tienen que pagar impuestos”, pero si cambia la política que han manejado hasta este momento, habría que repercutir un 20 % a unos productos que tienen un precio de 80 a 150 euros, según el modelo.