"Observamos la continuada presencia israelí y sus ataques, y seguimos descubriendo armas no autorizadas en el territorio libanés, incluidos lanzacohetes y misiles antitanque. Todas ellas son violaciones de la resolución 1701" del Consejo de Seguridad de la ONU, denunciaron los Cascos Azules en un comunicado.
Ese texto, que puso fin a la anterior guerra de 2006, y el cese de hostilidades acordado el pasado noviembre, basado en la misma resolución, estipulan que no puede haber armas en manos de actores no estatales en la franja comprendida entre la frontera de facto con Israel y el río Litani.
Por ello, con la implementación del acuerdo, el Ejército libanés se comprometió a reforzar su presencia en la región meridional a la par que el grupo chií Hizbulá la abandonaba, al tiempo que el Estado judío se comprometía a retirarse del sur del Líbano, lo que aún no se ha completado.
Además, en este contexto, Israel ha continuado perpetrando algunos ataques contra el territorio libanés, intensificados en los últimos diez días con sus dos primeros bombardeos contra los suburbios de Beirut desde la entrada en vigor del pacto, entre otros.
El lunes mismo, dos bombardeos de dron acabaron con la vida de tres personas en sendas zonas del sur del Líbano, entre ellas un presunto responsable local de Hizbulá y dos ciudadanos sirios.
"Los civiles a ambos lados de la Línea Azul (frontera de facto) han sufrido lo suficiente, seguimos urgiendo a todos los actores a que respeten la carta y el espíritu de la resolución 1701. Llamamos a todos a que eviten poner en riesgo la frágil estabilidad actual y las vidas civiles", zanjó la FINUL en su nota.