La operación, cifrada en 14.300 millones de euros, creará un gigante de la logística y el transporte con una facturación conjunta de unos 39.300 millones de euros y una plantilla de unos 147.000 empleados en 90 países, precisó la firma danesa en septiembre del pasado año, cuando anunció la operación.
El Ejecutivo comunitario examinó el impacto de la transacción en varios mercados nacionales europeos del transporte de mercancías por tierra, mar y aire y en la contratación de servicios de logística.
Los servicios europeos de Competencia concluyeron que la operación "no plantea problemas de competencia", dada la "naturaleza fragmentada" de dichos mercados y "la existencia de varios proveedores alternativos a los que podrían recurrir los consumidores" una vez formalizada la venta.
Deutsche Bahn anunció en diciembre pasado que pondría a la venta Schenker y abrió un proceso de licitación en el que la firma danesa se impuso a la entidad de capital de riesgo británica CVC.
En los últimos tiempos, Schenker era la única división de Deutsche Bahn que aportaba ganancias.
Está previsto que con la operación se eliminen a partir de 2027 unos 2.000 puestos de trabajo de los 15.000 con los que cuenta Schenker en Alemania.