El pacto de coalición de conservadores y socialdemócratas, en el centro del debate alemán

Berlín, 10 abr (EFE).- Los alemanes, las bases de los partidos, las ONG y las asociaciones económicas evalúan el acuerdo de coalición acordado por los conservadores y socialdemócratas, que está marcado por un endurecimiento de la migración, la defensa y seguridad y medidas económicas para hacer frente a la gran inestabilidad geopolítica y comercial.

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La cúpula de la Unión Socialcristiana (CSU) aprobó este jueves el acuerdo de coalición con su partido hermano la Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) para gobernar Alemania durante los próximos cuatro años.

Con ello, la CSU se convierte en el primero de los tres partidos en dar formalmente su visto bueno al acuerdo de coalición.

Mientras que para la CSU basta una decisión de la cúpula, la CDU realizará un así llamado "pequeño congreso" -con la cúpula, representantes de las organización del partido y delegados de las regiones, uno por cada 40.000 millitantes- y el SPD realizará una consulta a los afiliados.

La consulta del SPD entre sus 358.000 afiliados empezará el próximo martes y se prolongará hasta el 29 de abril.

Se estima que, si hay aprobación por parte de la CDU y del SPD, el acuerdo de coalición pueda firmarse el 5 de mayo para que un día después el cristianodemócrata Friedrich Merz sea elegido canciller.

Debate socialdemócrata

El obstáculo más difícil para llegar a ello es la aprobación del SPD, porque con el voto de más de 300.000 afiliados puede pasar cualquier cosa y a la cúpula sólo le queda hacer trabajo de convicción entre las bases.

Un grupo de trabajo del SPD dedicado a los temas de Migración y Diversidad anunció que recomendará a los afiliados votar en contra del acuerdo. La razón, según dijo uno de los miembros del grupo a la revista "Focus", es que algunas medidas planteadas para reducir la migración irregular son "jurídicamente cuestionables" y no tienen el cuño del SPD.

El capítulo migratorio del acuerdo también ha sido criticado duramente por Amnistía Internacional (AI), que considera que con el se amenazan varios derechos fundamentales.

En cambio, otro grupo, dedicado a la política municipal, anunció su apoyo al acuerdo y destacó las propuestas para reducir la burocracia y darle a los municipios mayor autonomía y mayor capacidad de acción.

Críticas de la oposición

Como era de esperarse, los partidos que estarán en la oposición han reaccionado con críticas. La copresidenta de la Izquierda, Ines Schwerder, calificó el acuerdo de coalición -que lleva como título Responsabilidad para Alemania- como un documento de "desesperanza e irresponsabilidad".

La copresidenta de Los Verdes, Franziska Brantner, dijo que el acuerdo no da respuestas a las preocupaciones de los jóvenes ni en lo que se refiere a la lucha contra la crisis climática ni en cuanto al futuro de las pensiones y de los sistemas de seguridad social.

La líder de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, tachó el documento de capitulación del bloque conservador -formado por la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU)- y del futuro canciller Friedrich Merz ante el Partido Socialdemócrata (SPD) en lo que se refiere a la política migratoria.

También el Partido Liberal (FDP), que no tiene representación parlamentaria, criticó el acuerdo y el secretario general y exministro de Justicia Marco Buschmann dijo que ante éste hubiera sido mejor que la coalición anterior hubiera seguido en el Gobierno.

El FDP fue justo el partido que precipitó la ruptura del tripartito liderado por el todavía canciller en funciones, Olaf Scholz, y obligó a que se convocaran elecciones anticipadas.

Juicio diferenciado en la industria

Entre los economistas y los sectores económicos hay reacciones encontradas. La gerente de la Confederación de la Industria Alemana (BDI), Tania Gönner, dijo en un comunicado que con el rápido acuerdo la CDU/CSU y el SPD habían respondido adecuadamente a la grave situación económica y que en el documento hay elementos que pueden favorecer las inversiones y el crecimiento.

No obstante, Gönner añadió que hubiera sido deseable que los alivios fiscales para las empresas llegaran antes y no sólo a partir de 2028, cuando empezará la reducción paulatina del impuesto de sociedades del 15 % actual al 10 %.

Las principales críticas al acuerdo de coalición tienen que ver con la ausencia de planes para hacer una reforma de los sistemas de seguridad social, sobre todo el sistema de pensiones, cuya estabilidad se ve amenazada a medio plazo por el cambio demográfico.

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