El portavoz militar de los insurgentes yemeníes, Yahya Sarea, afirmó que los bombardeos efectuados esta tarde contra diferentes puntos de la capital del Yemen "se dirigieron exclusivamente contra civiles, incluidos los periódicos '26 de Septiembre' y 'Al Yemen', que dejaron muertos y heridos entre periodistas y otros civiles".
Sarea agregó en un comunicado compartido en su cuenta oficial de X que "esta brutal agresión no quedará impune", al tiempo que desmintió las afirmaciones hechas por el Gobierno israelí de que el ataque fue dirigido contra plataformas de lanzamiento de misiles y otros sitios militares utilizados por el movimiento insurgente.
Anteriormente, el portavoz hutí había informado de una nueva oleada de bombardeos israelíes contra Saná después de que el movimiento chií haya lanzado numerosos ataques contra suelo israelí en los últimos días.
El Ejército israelí, por su parte, confirmó haber bombardeado "objetivos militares" de los rebeldes hutíes en Saná y la gobernación de Al Jawf (norte) como "respuesta" a los últimos ataques de los insurgentes contra Israel, entre ellos, el efectuado con un dron que impactó en el aeropuerto de Ramón, en el sur de Israel.
Asimismo, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, prometió en esta jornada que su país seguirá atacando el Yemen, después de reivindicar una serie de bombardeos contra "campamentos militares" y el Cuartel General de Relaciones Públicas Militares de los hutíes en Saná.
Esta nueva oleada de bombardeos contra el Yemen se produce un día después de que Israel atacara por primera vez la capital de Catar, Doha, en una acción dirigida contra líderes del grupo islamista Hamás y en la que murieron al menos seis personas: cinco del movimiento palestino y un miembro de las fuerzas de seguridad cataríes.