Ambos grupos han confirmado en la mañana del jueves que llevaron a cabo el trámite pasada la medianoche, cuando el requisito mínimo de firmas para registrarla ya era de 72. Una fuente parlamentaria dijo a EFE que las mociones se han recibido correctamente y que la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, ha informado de ello a los líderes de los grupos.
Los servicios legales tienen ahora que constatar la validez de las firmas recibidas, 72 en el caso de la Izquierda y 85 en el de los Patriotas, antes de que se decida cómo proceder.
"Los próximos pasos, como establecer la fecha del debate y del voto, se llevarán a cabo tras la verificación de que se han cumplido todos los requisitos para el registro", señaló el servicio de prensa de la Eurocámara.
El Parlamento Europeo no tiene precedentes de que dos mociones de censura se hayan planteado al mismo tiempo, por lo que no está claro cómo se tramitarán. Algunas fuentes evocan la posibilidad de que ambas se debatan y voten en la misma sesión plenaria, la primera semana de octubre.
La copresidenta del grupo de la Izquierda, Manon Aubry, que compareció en rueda de prensa para explicar su moción, reconoció que es "terreno desconocido" para todas las partes involucradas, pero incidió en que se deben celebrar dos debates y votos diferenciados porque evocan quejas diferentes contra la actual Comisión Europea.
"Es una pena que no toda la izquierda se una a nosotros en esta moción de censura. El PPE está uniendo fuerzas con la extrema derecha y tenemos que hacer esta pregunta a socialdemócratas y verdes: ¿qué han ganado en este último año con Ursula von der Leyen?", dijo Aubry.
La moción de la Izquierda, a la que se han sumado una veintena de diputados de los Verdes/Alianza Libre Europea y un socialdemócrata irlandés, critica el acuerdo con EE. UU. para evitar los aranceles masivos, el pacto entre la UE y el Mercosur y la inacción de la UE en Gaza.
Por su parte, los Patriotas por Europa señalan en su moción que "la UE es hoy más débil que nunca debido al persistente fracaso de la presidenta de la Comisión a la hora de hacer frente a los retos más acuciantes", entre los que mencionan un "declive económico y social", la "alarmante" situación de seguridad o la falta de transparencia y rendición de cuentas en las decisiones.
Ninguna de las dos mociones tiene visos de prosperar una vez llegue a voto en el hemiciclo, ya que, aunque el mínimo necesario para plantearla es bajo (una décima parte de los eurodiputados, ahora 72), sacarla adelante requiere el apoyo de dos terceras partes de los diputados que emitan su voto.
En cualquier caso, Von der Leyen se verá obligada a acudir al pleno a defender su gestión y rebatir las acusaciones en su contra durante el mes de octubre. Cuando tuvo que hacerlo en julio por otra moción de censura, el debate expuso un malestar creciente entre los grupos que apoyan su mandato y una caída en el número de eurodiputados que le apoyan explícitamente.