Benko, de 48 años y cuya fortuna llegó a superar los 5.000 millones de euros, se encuentra en prisión preventiva desde enero pasado, cuando fue detenido por sospechas de fraude y quiebra fraudulenta, acusaciones que hasta ahora ha negado.
Se trata del primer proceso judicial relacionado con el colapso en 2023 del conglomerado inmobiliario y comercial Signa, la mayor quiebra en la historia de Austria, que desencadenó una cascada de insolvencias de decenas de sus filiales en varios países europeos.
Tras la quiebra, el exmagnate tuvo que desprenderse de grandes cadenas de supermercados, así como de su edificio más emblemático, el rascacielos Chrysler en Nueva York, además de suspender grandes obras en plena construcción en Viena (el centro comercial Lamarr) y en Hamburgo (la torre Elb), entre otras.
Importantes inversores en Alemania y Arabia Saudí perdieron cientos de millones de euros.
El juicio abierto hoy y previsto para dos días abarca solo una pequeña parte de los supuestos daños. Benko está acusado de haber ocultado bienes por unos 660.000 euros a sus acreedores, traspasándolos a empresas y fundaciones privadas, así como a su madre.
La Fiscalía austríaca anticorrupción (WKStA) afirma que el acusado impidió o redujo "la satisfacción de los créditos de los acreedores en el marco de su insolvencia como empresario individual al haber supuestamente apartado activos".
"Los presuntos daños ascienden a 660.000 euros. La pena es de uno a diez años de prisión", añadió la WKStA en un comunicado publicado en julio con motivo de la presentación en Innsbruck del escrito de la acusación, que "forma parte del proceso Signa".
Además de la Justicia austríaca, Fiscalías de Alemania, Italia y Liechtenstein están investigando a Benko en el marco de la quiebra de su imperio constructor, inmobiliario y comercial.