Según el fallo recogido por este medio, Kao y su pareja, quien también fue sentenciada a seis años y medio de cárcel, trataron de fundar una organización que pretendía lanzar ataques contra instituciones gubernamentales taiwanesas y establecer un "régimen interino" en la isla a la espera de la "anexión" por parte de China.
En 2020, el exoficial se nombró a sí mismo coordinador principal de la organización y elaboró un plan en el que describía estrategias de combate y buscaba reclutar a militares en activo y retirados, de acuerdo a la sentencia.
A partir de febrero de 2023, Kao y su pareja viajaron varias veces a China para reunirse con personal del Partido Comunista, el Gobierno y el Ejército chinos, así como para recibir instrucciones y asistencia financiera.
Sin embargo, sus intentos de crear la entidad finalmente fracasaron porque ninguno de los militares activos o retirados que contactaron aceptó participar, según el tribunal, que también ordenó la confiscación de 92.200 dólares estadounidenses y 294.700 yuanes chinos (41.352 dólares) en ganancias ilícitas.
Otros cuatro acusados en el mismo caso, de apellidos Hou, Chang, Chen y Chiu, recibieron penas de prisión de entre dos años y seis meses a seis años por colaborar con dicha organización.
El portavoz del Tribunal Superior, Wen Chia-chien, aseguró que los seis condenados sabían que China era una "fuerza externa hostil" que buscaba "socavar a Taiwán mediante amenazas militares, infiltración de inteligencia y operaciones de Frente Unido", según declaraciones recogidas por CNA.
Las Fuerzas Armadas de Taiwán han sido protagonistas de otros casos similares en el pasado: en agosto de 2024, ocho personas, entre ellas oficiales en activo, fueron condenadas a penas de entre 18 meses y 13 años de prisión por recopilar información de inteligencia para China.
Taiwán se gobierna de forma autónoma desde 1949 bajo el nombre de la República de China y cuenta con unas Fuerzas Armadas y un sistema político, económico y social diferente al de la República Popular China, destacando como una de las democracias más avanzadas de Asia.
Sin embargo, Pekín considera a la isla como una "parte inalienable" de su territorio y en los últimos años ha redoblado su campaña de presión contra ella para concretar la "reunificación nacional", clave en el objetivo a largo plazo del presidente, Xi Jinping, de lograr el "rejuvenecimiento" de la nación china.