Macron pedirá también a su homólogo Xi Jinping, con quien está previsto que se reúna el jueves, que se abstenga de cualquier "escalada" en Taiwán y que trabaje para "reducir los grandes desequilibrios macroeconómicos mundiales", añadieron fuentes del Palacio del Elíseo.
Acompañado de su esposa Brigitte, Macron comenzará su visita el miércoles por la noche con un recorrido por los Jardines Qianlong en la Ciudad Prohibida de Pekín. El jueves, mantendrá una reunión con Xi Jinping, seguida de la firma de acuerdos y declaraciones a la prensa.
Y al día siguiente, la pareja presidencial concluirá su visita en Chengdu, en el centro de China, donde se les unirá Xi Jinping.
La relación entre China y Europa debe basarse en el reconocimiento de que son grandes "socios" y de que su vínculo no debe estar basado en lo que pase entre Pekín y Washington, ni entre Pekín y Moscú, dijeron fuentes de la Presidencia francesa.
Por eso, Macron tratará con Xi asuntos como el acceso europeo al mercado chino o los cambios necesarios para que los intercambios comerciales se produzcan "en condiciones sostenibles" y de acuerdo a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Macron, quien será el anfitrión de la cumbre del G7 en Evian en junio de 2026, también espera trabajar con China para lograr un crecimiento sólido y sostenible en provecho de todos y a largo plazo, insistió el Elíseo, con especial atención a sectores estratégicos como el de las nuevas tecnologías y señalando la necesidad de reducir el déficit comercial de Europa con China.
"Es necesario que China consuma más y exporte menos", "que Estados Unidos produzca más y consuma e importe menos" y "que los europeos ahorren menos y produzcan más", resumió el Elíseo, al recordar que el presidente estadounidense, Donald Trump, presidirá la cumbre del G20 en 2026.
Si no hay una conversación general y clara, se corre el riesgo, según el Elíseo, de que "se multipliquen las medidas sectoriales", como en el caso del sector del automóvil.
En cualquier caso, París sostiene que Europa "necesita medidas defensivas", porque no puede continuar comprando productos que se producen de manera subvencionada o en condiciones imposibles para las empresas europeas.
Europa, además de sus propias inversiones en China, también debe poder beneficiarse de la inversión china en el continente, enfatizó el Elíseo.
En segundo lugar, Macron abordará los grandes asuntos de interés internacional, como la guerra de Ucrania, en un momento crucial por las negociaciones en torno al plan de paz propuesto por Estados Unidos y coincidiendo con la visita a Moscú del enviado especial de Trump para reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin.
En ese plano, el presidente francés acude a Pekín con la intención de mejorar la comprensión mutua, de acuerdo al Elíseo, aunque sin contemplar que China pueda en ningún caso adoptar una posición de oposición a su aliado ruso.
Pese a eso, Pekín sí que podría, para el Ejecutivo francés, "orientar" o "influenciar" a Rusia hacia la paz y hacia un alto el fuego "lo antes posible y su consolidación".
Dos años después de la última visita oficial del jefe de Estado francés a China, en 2023, y un año después de la visita del presidente Xi Jinping a Francia, en mayo de 2024, este viaje permitirá que la relación franco-china siga desarrollándose, afirmó el Elíseo.
En concreto, está prevista la firma el jueves de acuerdos centrados especialmente en el transporte y la energía, indicó la Presidencia francesa sin proporcionar más detalles.