Según el parte castrense, el mayor número de derribos (29) se produjo en la región de Riazán, al sureste de Moscú y a más 400 kilómetros de la frontera ucraniana.
Otros 74 drones fueron interceptados y destruidos sobre las regiones de Vorónezh, Briansk, Belgórod y Kursk, todas ellas fronterizas con Ucrania.
Defensa añadió que los demás drones fueron abatidos sobre las regiones de Tver (seis), Lípetsk (tres), Tambov (dos), Tula (uno) y Oriol (uno).
Debido a los ataques con drones los aeropuertos de las ciudades de Yaroslavl y Tambov, capitales de las regiones homónimas suspendieron temporalmente sus operaciones para garantizar la seguridad de los vuelos, según la agencia oficial rusa TASS.
Ucrania lanza a diario drones de ataque contra territorio ruso, con el objetivo de dañar su sistema energético y en particular sus capacidades de procesamiento de petróleo, para dañar la logística del Ejército ruso y privar a Rusia de esta importante fuente de financiamiento.