En una comparecencia ante la Cámara de los Comunes (baja) del Parlamento, la jefa de la diplomacia británica condenó "enérgicamente" el fallo del tribunal hongkonés contra Jimmy Lai, que posee la ciudadanía británica, pues a juicio de Cooper la decisión no es una "sorpresa" y tendría una motivación política.
"Siguiendo mis instrucciones, el Ministerio de Asuntos Exteriores (Foreign Office) ha convocado hoy al embajador chino (en el Reino Unido) para subrayar nuestra postura con la mayor firmeza", dijo la titular de Exteriores británica, que exigió su liberación.
"Jimmy Lai se enfrenta ahora a la posibilidad de una sentencia que, para un hombre de 78 años, podría significar pasar el resto de su vida en prisión. Exijo nuevamente su liberación inmediata", añadió Cooper.
En este sentido, la ministra declaró que había trasladado el caso de Lai ante China de forma "continua y reiterada", pero las autoridades de Hong Kong -antigua colonia británica- les niegan el acceso consular.
Un portavoz de la Embajada de China en el Reino Unido tildó las declaraciones de Cooper como "irresponsables" y aseguró que interfieren "descaradamente" en los asuntos internos de China, "pisotea el Estado de derecho y viola gravemente las normas básicas que rigen las relaciones internacionales".
Según la legación diplomática, Lai fue el "principal planificador y participante" de una serie de disturbios contra China en Hong Kong y un "peón de fuerzas externas" contra Pekín.
"Instamos a la parte británica a que deje de inmediato de interferir en los asuntos judiciales de Hong Kong y en los asuntos internos de China, deje de defender a los alborotadores antichinos empeñados en desestabilizar Hong Kong y deje de seguir por el camino equivocado", agregó.