El jefe de la delegación de la Unión Europea (UE) en Bolivia, el español Jaume Segura, ratificó en el evento el "apoyo" del bloque "a la visión del nuevo Gobierno" liderado por Rodrigo Paz, quien asumió la Presidencia de Bolivia el pasado 8 de noviembre.
Segura también manifestó la "voluntad" de la UE "de seguir siendo un socio principal de Bolivia en su lucha contra el crimen organizado" y "la aplicación del Estado de derecho", además de su respaldo a la "estrategia integral" boliviana para ser "un país más seguro, más justo y más sostenible", con repercusiones en la región y el mundo.
En la presentación del 'Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca 2024' en Bolivia elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, en inglés) con financiación de la UE también participaron los ministros de Gobierno (Interior), Marco Antonio Oviedo, y de Exteriores, Fernando Aramayo.
Según ese estudio, los cultivos de hoja de coca en Bolivia se incrementaron un 10 %, al pasar de 31.000 hectáreas en 2023 a 34.000 hectáreas en 2024.
El embajador Segura afirmó que este informe "no es un mero ejercicio estadístico, es una herramienta vital para la gobernanza".
Según el diplomático, la revisión desglosada del incremento reportado permitirá "identificar las áreas de expansión" de las plantaciones de hoja de coca y "reorientar" los "esfuerzos de control y racionalización" de los cultivos.
Además, "resultará clave para una futura política integral en seguridad y justicia y en desarrollo, de la que como Unión Europea queremos ser parte junto con el Gobierno de Bolivia", agregó.
Segura resaltó que el monitoreo de la Unodc permite "diferenciar" con claridad las plantaciones amparadas en las normas bolivianas "para usos lícitos y tradicionales de los cultivos excedentarios desviados al narcotráfico".
"La naturaleza de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado requiere una acción coordinada y conjunta por parte de todos nosotros", dijo Segura y afirmó que la UE es consciente de su "corresponsabilidad" en esta tarea.
También mencionó el apoyo financiero otorgado por el bloque a Bolivia en los últimos años para contribuir, entre otros, a la diversificación productiva y la promoción de cultivos alternativos para reducir los "excedentarios".
La hoja de coca en Bolivia está consagrada en la Constitución vigente desde 2009 por sus usos tradicionales, medicinales y culturales, pero una parte de la producción es desviada al narcotráfico para la fabricación de cocaína.
En 2017, en el Gobierno de Evo Morales (2006-2019), se promulgó una ley que amplió la superficie legal en el país de 12.000 a 22.000 hectáreas.