Se llevará a cabo una "investigación exhaustiva", dijo el jefe interino de la Policía filipina, José Nartatez Jr., un día después de que el Departamento de Inmigración confirmara la visita al país de Sajid y Naveed Akram, padre e hijo de origen indio acusados por los ataques, que causaron 15 muertos.
"Estamos tratando de averiguar a dónde fueron, con quién hablaron y dónde se alojaron durante su estancia en el país", que tuvo como destino final la ciudad de Davao, en la isla de Mindanao, declaró el funcionario, según la estatal Agencia Filipina de Noticias .
Por ello, explicó, se están verificando los lugares que visitaron Sajid, de 50 años, que fue abatido por la Policía el día del atentado, y Naveed, de 24 años, que se encuentra hospitalizado y bajo custodia policial tras ser acusado de 59 cargos, incluyendo terrorismo y asesinato.
Al respecto, el Gobierno de Ferdinand Marcos Jr. rechazó este miércoles "la descripción engañosa de Filipinas como un centro de entrenamiento del Estado Islámico (EI)", después de que medios australianos apuntasen a la posibilidad de que los atacantes recibiesen capacitación para el atentado.
En una comparecencia ante periodistas, la jefa de prensa del Ejecutivo, Claire Castro, aseguró que no existen informes validados que demuestren que los sospechosos del tiroteo recibieron entrenamiento en Mindanao, donde el Ejército se ha enfrentado en el pasado a grupos afines al EI.
La ciudad de Marawi, en el sur de Mindanao, fue tomada por células del EI durante meses en 2017.
"Desde el asedio de Marawi 2017, las fuerzas de seguridad filipinas han reducido significativamente el número de grupos afiliados al EI en el país (...), que ahora operan con una capacidad fragmentada y reducida", sostuvo Castro.
Entretanto, la Policía india confirmó este martes que Sajid Akram es originario de la India y mantuvo un contacto limitado con el país tras emigrar a Australia.
Sajid y su hijo dispararon contra mientras un millar de personas celebraban la festividad judía de Janucá en la turística playa de Bondi, donde cerca de 40 asistentes resultaron heridos, algunos de ellas en estado crítico.