Según fuentes citadas hoy por el rotativo estadounidense, Pekín, que primero protestó por el acuerdo y luego presionó para que Cosco participase en condición de igualdad en el consorcio, ha elevado sus exigencias y amenaza ahora con vetar la operación a menos que Cosco obtenga una porción superior a las de BlackRock o la suiza MSC.
Las personas consultadas aseguran que "el acuerdo se encuentra ahora en un punto muerto irresoluble".
La Casa Blanca ve "inaceptable" el "control chino" del Canal, al considerar que "pone en peligro la seguridad nacional y económica" de EE.UU., mientras que un alto funcionario chino apuntó que Pekín busca incluir el control de esos puertos en las negociaciones que mantiene con Washington en el marco de la guerra comercial.
El acuerdo inicial, anunciado en marzo, contemplaba la venta de más de 40 puertos operados por CK Hutchison en todo el mundo -incluyendo los panameños de Balboa (Pacífico) y Cristóbal (Atlántico)- al mencionado consorcio por un montante de unos 23.000 millones de dólares.
La operación se anunció tras las críticas a la influencia china sobre el Canal realizadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien llegó a amenazar con tomar el control de la infraestructura, por la que pasa más del 40 % del tráfico de contenedores entre el país norteamericano y Asia.
Pekín, apunta WSJ, tiene capacidad para influir sobre las empresas implicadas, ya que tanto BlackRock como CK Hutchison tienen negocios en China, y MSC es uno de los principales transportistas para las exportaciones chinas en el mundo.
En 2014, el Gobierno chino ya bloqueó una alianza para compartir buques y escalas entre la mencionada MSC, la danesa A.P. Moller-Maersk y la francesa CMA CGM, alegando que perjudicaría sus intereses comerciales.
A mediados de año, Bloomberg aseguró que Cosco ya había exigido disponer de poder de veto a cualquier decisión contraria a los intereses de China para garantizar el visto bueno de Pekín a su entrada en el consorcio.
Este acuerdo se encuentra en el ojo del huracán de los turbulentos lazos entre China y Estados Unidos: Trump lo calificó como una "recuperación" del control estadounidense sobre el Canal, mientras que Pekín aseguró que investigaría el acuerdo y la prensa oficial china lo comparó con "entregar un cuchillo al enemigo".