El ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso, hizo este anuncio al intervenir ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, parlamento unilateral), donde reconoció que en 2026 va a persistir el "complejo escenario" económico actual, de "economía de guerra", con sus "amenazas" y "riesgos", unas "tensiones que pueden agravarse".
Esta tibia mejora de las perspectivas se debe, argumentó el ministro, a un pronóstico más optimista para los sectores turístico y exterior, liderado las ventas de servicios en el extranjero (principalmente, médicos).
En cuanto a la inflación, el ministro indicó que la previsión es de un repunte del 10 % de los precios en el mercado formal (el informal experimenta incrementos superiores), lo que supondría unos cinco puntos porcentuales por debajo de la tasa interanual registrada en los últimos meses.
En cuanto al déficit, el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro, explicó al intervenir ante la ANPP que el déficit fiscal previsto para 2026 será similar al del ejercicio previo, estimándolo en 74.500 millones de pesos cubanos (3.100 millones de dólares, al cambio oficial para personas jurídicas).
Alonso recalcó a este respecto que "no es posible proyectar más gastos que los ingresos previstos" y que en el cálculo del presupuesto para 2026 fue preciso realizar "ajustes" en "variables clave" para lograr un "déficit manejable".
El Gobierno cubano estimó hace justo un año que el país crecería un 1 % en 2025. El presidente del país, Miguel Díaz-Canel, reconoció este fin de semana que en los tres primeros trimestres del año la economía se había contraído más de un 4 %, aunque no aportó más detalles.
Cuba lleva más de cinco años sumida en una grave crisis. Entre 2020 y 2024 el PIB se contrajo un 11 % y, según admitió el propio Gobierno previamente en línea con otras previsiones externas, también va a decrecer este año.
La isla sufre escasez de productos básicos (alimentos, medicinas, combustible), prolongados apagones diarios, elevada inflación, dolarización creciente, hundimiento de la producción agrícola e industrial, deterioro de los servicios públicos y una migración masiva.
La pandemia de covid-19, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses en los dos mandatos del presidente Donald Trump y políticas nacionales fallidas han agravado problemas estructurales de la economía cubana.