"La respuesta a los refugiados en Etiopía está al borde del colapso", advirtieron en un comunicado conjunto, el SRR, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
"Sin una inyección inmediata de fondos, los servicios esenciales que salvan vidas —como alimentos, agua y atención médica— para más de 1,1 millones de refugiados cesarán en cuestión de semanas", subrayaron.
Etiopía, el segundo mayor país de África que acoge más refugiados, ha experimentado un aumento repentino de llegadas debido a los conflictos en Sudán y Sudán del Sur, así como a la sequía en Somalia.
Sin embargo, la escasez de fondos ya ha obligado a las agencias de asistencia humanitaria a recortar los suministros de ayuda de emergencia en un 70 % para 2025.
"Nuestros recursos están al límite y la presión sobre las comunidades de acogida se está volviendo insoportable. En este momento crítico, es fundamental el apoyo internacional inmediato para compartir esta carga y evitar una catástrofe humanitaria", afirmó la directora general del SRR, Teyiba Hassen.
La representante de ACNUR en el país, Aissatou M. Ndiaye, señaló que la situación "no tiene precedentes y es profundamente alarmante".
El impacto de la escasez ya es devastador. En octubre, el PMA se vio obligado a reducir las raciones de alimentos para 780.000 refugiados a tan sólo el 40 % de la cantidad estándar, lo que supone menos de 1.000 calorías diarias.
Actualmente, únicamente 70.000 refugiados recién llegados reciben raciones completas.
"Si no recibimos nuevos fondos de inmediato, podríamos vernos obligados a suspender por completo la asistencia alimentaria a los refugiados en los próximos meses, lo que agravaría la desnutrición y el hambre", avisó el director del PMA en Etiopía, Zlatan Milišić.
"Solicitamos urgentemente 90 millones de dólares estadounidenses para mantener las operaciones durante los próximos seis meses", añadió Milišić.
Los recortes ya han provocado un fuerte aumento de la desnutrición, que ya supera el 15 % en los campos de refugiados.
Además, las tasas de mortalidad entre recién nacidos y niños menores de un año aumentaron al 4,7 % en 2025, y los ingresos hospitalarios por desnutrición se han más que duplicado en comparación con el año pasado.