El cuerpo de Sharif Osman Hadi llegó desde Singapur en un vuelo comercial de Biman Bangladesh Airlines a las 18:00 hora local (12:00 GMT), según confirmaron a EFE fuentes gubernamentales.
Las autoridades de Daca desplegaron un dispositivo de seguridad en el aeropuerto y en los accesos a la ciudad ante la llegada del cuerpo.
Para intentar contener la situación, el jefe del Gobierno, Muhammad Yunus, anunció en un discurso televisado la declaración de duelo nacional para mañana, mientras que la Policía Metropolitana de Daca (DMP) oficializó una recompensa de 5 millones de takas (unos 42.000 dólares) por información sobre los autores del crimen.
Esta repatriación marca un momento crítico para el Gobierno interino, que teme que el recibimiento del cadáver se convierta en el detonante de nuevos disturbios.
La escalada de violencia se desató la noche del jueves, tras confirmarse el fallecimiento del activista en un hospital de Singapur.
Aunque parece que este viernes la protesta es más pacífica, ayer por la noche grupos de manifestantes asaltaron en la capital las sedes de los diarios Prothom Alo y The Daily Star, a los que acusan de mantener una postura favorable a la India, provocando incendios y destrozos materiales que forzaron la intervención de los servicios de emergencia y motivaron el actual apagón mediático.
Por primera vez en sus tres décadas de historia, The Daily Star, el principal diario en inglés del país, no llegará mañana a los quioscos. Su editor consultor confirmó la suspensión de la edición impresa debido a la destrucción de equipos clave tras el incendio provocado por las turbas que acusan a su línea editorial de favorecer los intereses de Nueva Delhi en detrimento de la soberanía nacional.
Al cese de publicación se ha sumado el diario financiero The Business Standard. El medio emitió un comunicado anunciando la suspensión temporal de operaciones por falta de garantías de seguridad para su personal, convertido en blanco de los manifestantes que exigen una prensa alineada con la "revolución de julio".
La hostilidad hacia la India, alimentada por la retórica del fallecido Hadi sobre la "hegemonía india", ha forzado también el cierre de sedes diplomáticas. Los Centros de Aplicación de Visas de la India (IVAC) publicaron avisos oficiales confirmando la clausura indefinida de sus instalaciones en Rajshahi y Khulna.
La medida responde al riesgo de ataques por parte de grupos que vinculan la inestabilidad política actual con una supuesta injerencia de la inteligencia india.