Según los medios oficiales sirios y kurdos, la calma volvió a esa ciudad del noroeste de Siria en las últimas horas de la noche del lunes a martes, después de que Damasco y la alianza de grupos kurdos Fuerzas de Siria Democrática (FSD) alcanzaran un acuerdo según el cual cada una de las partes ordenó a sus combatientes "suspender la respuesta" a los disparos de la otra.
Pese a ello, el gobernador de la provincia de Alepo, Azzam al Gharib, anunció a última hora del lunes "la suspensión temporal de clases en todas las escuelas y universidades públicas y privadas, así como en las oficinas gubernamentales del centro de Alepo, el martes 23 de diciembre, debido a la situación actual".
Al Gharib, en un comunicado de su oficina, excluyó de esa decisión "a las entidades cuya naturaleza de trabajo les exige seguir prestando atención médica y servicios de emergencia a los ciudadanos".
Tanto FSD, que controlan algunas zonas del norte y el este de Siria, como las autoridades de Damasco se han acusado de violar los entendimientos de marzo pasado para la incorporación de los combatientes kurdosirios en las fuerzas de seguridad de la nueva Siria, y de provocar los choques en Alepo.
Esos enfrentamientos, en los que se usaron distintos tipos de armas, incluidos morteros, lanzacohetes y ametralladoras pesadas, según la agencia oficial de noticias siria, SANA, duraron varias horas en los barrios de mayoría kurda de Sheij Maqsoud y Ashrafie.
Además de causar daños materiales a viviendas de civiles, los choques provocaron la muerte de dos personas y heridas a una quincena, "entre ellos varios voluntarios de la Defensa Civil", según SANA.
Esa cifra fue confirmada por el portavoz del Ministerio de Interior sirio, Noureddine al Baba, quien acusó a las FSD de "llevar a cabo (el lunes) ataques sistemáticos en Alepo, contra barrios residenciales densamente poblados y el Hospital Al Razi", en la entrada de Alepo.
"Esto representa una peligrosa escalada y forma parte de sus repetidos intentos de socavar el acuerdo del 10 de marzo firmado con el Estado sirio" para negociar el futuro de las FSD y la gestión de las regiones que controlan, añadió Al Baba en declaraciones la televisión oficial siria Al Ijbariya.
El portavoz de las FSD, Farhad Shami, rechazó este martes esas acusaciones, y denunció por su parte al Gobierno de Damasco por "usar la mentira como herramienta política para justificar sus ataques".
"El Hospital Al Razi no fue atacado de ninguna manera. Lo que ocurrió fue una incitación flagrante y sistemática destinada a encubrir los crímenes reales, mientras que docenas de vídeos documentados muestran bombardeos de artillería y tanques llevados a cabo por facciones del gobierno de Damasco en los barrios de Sheikh Maqsoud y Ashrafieh y otras áreas", aseveró Shami en un mensaje en su cuenta en X.
Damasco y los kurdosirios firmaron en marzo pasado un acuerdo para buscar una solución a las autoproclamadas zonas autónomas del noreste de Siria tras el derrocamiento, hace más de un año, de Bachar al Asad, pero el proceso sufrió varios reveses y recientemente se volvieron a renovar los esfuerzos para negociar.