Una restauración busca convertir un templo barroco-guaraní en motor económico en Paraguay

Asunción, 26 dic dic (EFE).- Modesto por fuera, pero tan lleno de historia por dentro que su restauración vale cerca de un millón de dólares. Así es el templo de San Buenaventura de Yaguarón, una joya del barroco-guaraní que el Gobierno de Paraguay persigue restaurar por su valor cultural y su potencial como motor de la economía local.

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Construido entre los siglos XVII y XVIII, este edificio que se asienta sobre la colina de Yaguarón, en el departamento de Paraguarí (sur), esconde el testimonio de la rica fusión entre las culturas guaraní y española, al tiempo que se erige como un símbolo de la identidad paraguaya.

"Nosotros creemos que va a ser una atracción súper interesante del circuito económico", dijo a EFE Cynthia Melgarejo, coordinadora general del programa gubernamental 'Tekorenda', una voz guaraní que se traduce como "sitio de vida".

"Buscamos poner en el foco el patrimonio como un espacio no solamente de cohesión social, sino también de dinamización económica, poder ver que el patrimonio es un motor de desarrollo en las comunidades, tanto económico como social", agregó.

Al atravesar las puertas del templo, el visitante se encuentra con deslumbrantes tallas de madera hechas a mano por indígenas guaraníes, entre 1755 y 1772, con la dirección de religiosos franciscanos y el diseño del maestro escultor portugués José de Sousa Cavadas.

En su interior, San Buenaventura de Yaguarón es invaluable. Y en el seno de su comunidad, el templo es sitio de encuentro.

"La iglesia es un símbolo súper importante de cohesión social para un pueblo como Yaguarón", apuntó  Melgarejo.

Además, la edificación hace parte de la Lista Indicativa de la UNESCO, el inventario preliminar de bienes que podrían ser considerados en la Lista de Patrimonio Mundial, lo que constituye otra razón para su restauración.

El templo de San Buenaventura de Yaguarón tiene una estructura de madera, un hecho que lo convierte en una construcción única "no solo en Paraguay, sino posiblemente en el mundo", dijo a EFE María José Diez, coordinadora del equipo de expertos de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) que asiste técnicamente a la obra.

En la restauración, los asesores de la AECID juegan un papel preponderante, pues serán los garantes de una intervención adecuada.

Este templo ya pasó por un proceso de restauración en 2015 a cargo de expertos en Restauración y Conservación de los Bienes Arquitectónicos y Monumentales de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Asunción (FADA-UNA).

Entonces, hubo problemas en el desmontaje de algunas de las finas piezas talladas por los guaraníes, como las policromías que adornan columnas y techo, provocando que la integridad de las reliquias -explicó Diez- sufrieran "muchísimo".

Además, los arcos estructurales de la iglesia, según detalló, "están muy atacados" por kupi'i, que en guaraní significa termitas.

También sufrió daños el dorado retablo de Yaguarón, que no se protegió del polvo y otros elementos mientras se practicaron los primeros trabajos. La restauración de todos estos elementos hace parte de la primera fase del programa emprendido con el apoyo de la cooperación.

Cuando a inicios de noviembre pasado el presidente Santiago Peña anunció la millonaria inversión para la restauración del templo, su Gobierno, a través de la Secretaría Nacional de Cultura, informó de la "capacitación en restauración patrimonial" de algunos pobladores de Yaguarón.

Pero el programa, que preveía una media docena de entusiastas voluntarios, ya cuenta con 70 personas deseosas de capacitarse y ser parte de la restauración y posterior preservación de San Buenaventura de Yaguarón.

"Nos sorprendió muchísimo, ha habido muchísimas inscripciones a nivel local, hay casi 70 personas inscritas, eso te da idea del interés que hay", afirmó Diez, tras destacar que los pobladores locales entienden "la importancia de estar allí" en las labores de restauración del mayor patrimonio del pueblo.

Asimismo, la experta apuntó que el interés de los pobladores de Yaguarón concedió "tranquilidad" al equipo de restauradores.

"Todos los que estamos aquí tenemos la tranquilidad de que esto no va acabar con una restauración, sino que vamos a dejar la capacidad instalada técnica, ellos ya tienen las ganas y el entusiasmo para que a futuro esto pueda mantenerse en el tiempo", señaló.

Este proyecto también lo impulsan, además del Estado paraguayo y la AECID, la hidroeléctrica Itaipú Binacional, el Parque Tecnológico de Itaipú, CAF- Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

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