"El Centro para la Gobernanza Constitucional (CCG, en inglés) condena enérgicamente el arresto arbitrario y la detención ilegal de su directora ejecutiva, Sarah Bireete, por parte de las autoridades de Uganda", afirmó este miércoles en un comunicado la organización, después de que la Policía ugandesa confirmara la detención de Bireete el martes a través de la red social X.
Según el relato del CCG, las fuerzas de seguridad rodearon la residencia de su directora este martes antes de detenerla y trasladarla a la comisaría de Nateete, en Kampala, la capital, donde permanece retenida sin que se hayan presentado cargos contra ella, algo que, según la ONG, "contraviene" la Constitución.
Bireete "es una destacada defensora de los derechos humanos y promotora del constitucionalismo y el Estado de derecho" y, durante el periodo previo a las elecciones, "ha estado supervisando activamente el entorno político y promoviendo la integridad electoral", detalló el CCG.
Por este motivo, la organización considera que su detención busca "silenciar una de las voces más prominentes que exigen rendición de cuentas al Gobierno y constitucionalismo", así como "intimidar" a los activistas que piden transparencia en el proceso electoral.
El presidente Yoweri Museveni, que gobierna desde 1986, es el cuarto líder que lleva más años en el poder en África y su Gobierno ha modificado la Constitución dos veces para eliminar los límites de edad y de mandato, lo que le ha permitido presentarse nuevamente a las elecciones en esta ocasión.
Al igual que en los comicios de 2021, se espera que el principal rival de Museveni, de 81 años, sea el político y exmúsico Bobi Wine, de 43 años, cuyo nombre real es Robert Kyagulanyi.
Las elecciones pasadas estuvieron caracterizadas por un período electoral con la desaparición de centenares de simpatizantes de la oposición, protestas dispersadas con munición real y al menos 54 manifestantes muertos.
En esos comicios, el presidente obtuvo el 58,6 % de los votos, mientras que el cantante quedó en segundo lugar con el 35 %.
Wine, que fue detenido en varias ocasiones y cuyos mítines suelen ser dispersados por las fuerzas de seguridad con violencia, describió aquellas elecciones como "las más fraudulentas de la historia de Uganda".