Enfado en Irán por una propuesta para prohibir las mascotas

La República Islámica de Irán ha mantenido una compleja relación con las mascotas a lo largo de los años, pero ahora se plantea directamente su prohibición al considerar a animales como perros y gatos "peligrosos" e "impuros".Jaime León

TEHERÁN. “¡Mi gato no es peligroso!”. Mostafa no puede esconder su indignación desde que los diputados ultraconservadores iraníes presentaron hace un mes una proposición de ley para prohibir los animales domésticos.

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Este joven de 25 años, que gestiona una tienda de accesorios para mascotas en Teherán, está atónito. “Los cocodrilos pueden ser calificados como peligrosos. ¿Pero los conejos, los perros y los gatos?”, se desespera.

Según los medios, 75 diputados, un cuarto del Parlamento, firmaron recientemente un texto titulado “Apoyo a los derechos de la población ante animales nocivos y peligrosos” en el que argumentan que vivir con animales domésticos representa un “problema social destructor”.

Este fenómeno, alertan, podría “cambiar progresivamente el modo de vida iraní e islámico (...) reemplazando las relaciones humanas y familiares por relaciones emocionales con animales”.

“Fenómeno cultural”

La proposición de ley prohíbe “criar, comprar o vender, transportar, llevar a bordo de un vehículo o a pie o tener en casa animales salvajes, exóticos, nocivos y peligrosos”.

En la lista figuran “cocodrilos, tortugas, serpientes, lagartos, gatos, ratones, conejos, perros y otros animales impuros (según la religión musulmana), así como los monos”.

En la ley musulmana, el perro y el cerdo son considerados impuros.

Quien no cumpla esta la ley se arriesga a una multa de 10 a 30 veces el “salario mínimo obrero” (98 dólares) y la “confiscación” del animal.

La proposición de ley suscita críticas en la prensa, burlas en las redes sociales y la indignación entre los habitantes de Teherán.

“Este proyecto provocará el caos, la corrupción y la desobediencia colectiva porque (...) vivir con animales es hoy un fenómeno cultural”, advierte el diario reformista Shargh.

Cada vez más iraníes de clase media y alta poseen mascotas. Por las noches, es habitual verlos paseando sus animales por los parques y calles de los barrios notables de la capital.

Más allá del enfado, algunos internautas recurren al humor. “¿Cuántas veces los gatos trataron de devoraros?”, ironiza en Twitter una periodista, Yeganeh Khodami.

“He rebautizado a mi gato como ‘asesino’ tras escuchar esta proposición de ley”, escribe otro publicando una imagen de su minino.

Una actriz, implicada en la causa animal pero que pide anonimato, admite que renunció a organizar una manifestación frente al Parlamento por las presiones.

Ante este malestar, pocos parlamentarios defienden abiertamente el texto. “Estoy de acuerdo con el proyecto en general, pero en desacuerdo con algunas cláusulas”, explica a AFP el jefe de la comisión judicial del Parlamento, Moussa Ghazanfarabadi, que firmó el texto.

“Es solo una proposición de ley. Que se culmine es otro asunto”, añade.

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