En quién confiar cuando hay que dejar a las mascotas en casa

Puede ser que tengamos que ser hospitalizados, hacer un viaje de trabajo o que nos vayamos de vacaciones. Es normal que se den situaciones en las que el dueño de un animal de una mascota debe ausentarse de casa. ¿Qué hacer en esos casos?.

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Existen hoteles para animales, hay amigos o familiares que se ofrecen a cuidarlos y también, en algunos lugares, existen agencias que se ocupan de buscar cuidadores a cambio de dinero. Pero es importante pensar en qué opción vamos a elegir con tiempo.

"Los amigos y la familia tienen la ventaja de que los animales, por lo general, ya los conocen", dicen Katrin Umlauf, de la Asociación Protector de Animales Alemana.

Pero quien no desee o no pueda encargar la tarea a amigos o familia y esté dispuesto a gastar dinero, tiene la posibilidad de contratar a un cuidador a través de una agencia para que vaya a casa a encargarse de la mascota.

En este caso es importante que el cuidador contratado sea una persona que tenga experiencia con animales y no solo actúe movido por intereses económicos. "Es esencial que haya confianza en esa persona y que entre ella y nuestro animal haya química", indica Umlauf.

Si se ponen de acuerdo el dueño y el cuidador, este último debe recibir del primero todas las informaciones importantes sobre el animal y sus costumbres, desde la comida que más le gusta hasta el contacto del veterinario.

¿Puede subir el perro al sofá? ¿Puede dormir en la cama? Al salir de paseo, ¿va siempre atado? ¿Le gustan los niños? ¿Y los demás perros? Todo esto es información necesaria para el cuidador.

Hay cuidadores a los que se les contrata para que vayan a casa y también hay cuidadores a los que se les paga para que acojan a nuestro animal en su casa. La primera opción suele ser más cara que la segunda.

"La familia de acogida debe ser lo más parecida a la familia en la que vive la mascota", aconseja Petra Ostermann, que lleva un servicio de búsqueda de cuidadores para animales de compañía en la ciudad alemana de Oberhausen.

Por lo general, son sobre todo perros los que son llevados con familias de acogida, ya que los gatos son más territoriales y llevan peor un cambio de hogar.

La información que hay que dar desde el principio es la edad y el tamaño de nuestro animal. Hay que ir a visitar al futuro cuidador con nuestro perro y salir todos juntos a dar un paseo. Si va bien, se deja al animal con el cuidador durante unas dos horas como prueba. Y entonces, una vez que se ha visto que esta opción funcionará, se cierra el acuerdo.

Otra opción es el hotel para mascotas. El dueño, en este caso, deberá tener en cuenta varias cosas. "Habría que ir a las instalaciones, inspeccionarlas y hablar con quienes las llevan antes de dejar allí a nuestro animal", aconseja Umlauf.

¿Es un lugar limpio? ¿Cómo tienen allí a los animales? ¿Tienen los perros suficiente espacio para correr y salir a hacer sus necesidades? "Si no nos permiten hacer una visita para comprobar todas estas cosas, ya sería sospechoso", indica.

Ser llevado a un entorno distinto al habitual es una situación de estrés para todo animal. "Ese estrés se puede reducir llevándole allí las cosas que tiene en casa, por ejemplo su cesta para dormir o sus juguetes", aconseja Umlauf. También es buena idea dejarles un jersey con el olor de su cuidador, para que se sientan más tranquilos.

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